Las águilas imperiales pertenecían al entorno del Parque Nacional de Doñana. Además el macho de la pareja está desaparecido desde la misma fecha, por lo que los ecologistas no descartan que él también haya sido víctima de la ponzoña.
Dichas asociaciones ecologistas han tenido acceso a datos que aseguran "que se encontró un conejo envenenado, usado como cebo, dentro de la zona de alimentación suplementaria de las águilas". Una zona, en principio restringida, que no debería ser de fácil acceso. Este cercado es utilizado en algunas ocasiones por los técnicos del parque para alimentar a los animales más fácilmente.
La aparición de este cebo envenado en la zona, es para los ecologistas una prueba evidente del envenenamiento consciente de los ejemplares. Por ellos las asociaciones demandan a la administración del parque que tome medidas para identificar a los culpables y evitar el fácil acceso a estas zonas en futuras ocasiones.
Situación del águila
La pareja eliminada en esta ocasión era de las que tenía un mayor éxito reproductivo, según los conservacionistas, por lo quecon su desaparición, la población de Doñana sufre un duro golpe tras el declive que traía en los últimos años. Las asociaciones consideran esta acción una "catastrofe ecológica" tras la pérdida de una de las 250 parejas del mundo de águila imperial, y también económica puesto que esta es una de las especies en las que más se invierte. En Doñana sólo quedan nueve parejas de esta especie.