Las especies submediterráneas de árboles, como el roble melojo, serán las más afectadas por el calentamiento global, que verán reducciones sustanciales en su distribución, según concluye el primer estudio realizado sobre el impacto del cambio climático sobre el roble melojo en la Península Ibérica, que publican el último número del «European Journal of Forest Research» y el «Forest Ecology Management».
Según informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), un grupo de científicos evaluó entre 2004 y 2007 las actuales relaciones entre la dinámica del agua en el suelo y el comportamiento hídrico del melojo a largo plazo, especialmente en las situaciones de déficit hídrico.
La investigadora del departamento de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares, Virginia Hernández Santana, autora principal del estudio, explica que las sequías intensas y recurrentes se han identificado como un «factor importante» de las tasas aceleradas observadas del declive y la mortalidad de los árboles en Europa.
Además, concluyeron que durante los años del estudio los árboles evitaron el estrés hídrico gracias a la longitud de sus raíces, que absorben el agua de las capas más profundas y la almacenada en el tronco, debido precisamente al potencial hídrico, no demasiado bajo, a una disminución no significativa de las variables medias y a una reducción pequeña de la transpiración.
Sin embargo, Hernández-Santana confirma que «los años secos como 2005 podrían causar un estrés más severo en este tipo de formaciones vegetales». En ese sentido advierte de que en el futuro, podrían ser frecuentes años similares a 2005, «como predicen los escenarios de cambio climático» e insiste en que los años secos y calurosos podrían «poner en riesgo la estabilidad ecológica de estos árboles» pues el estudio demuestra que «con un solo año de sequía, los robles respondieron de forma intensa al déficit hídrico».
En 2007, la masa forestal consumió hasta el 75 por ciento del agua disponible en el suelo, lo que la científica considera un «dato alarmante» ya que en ese año, los árboles tuvieron un menor déficit hídrico en el suelo y dispusieron de mayores cantidades de agua.
Los robles melojos se distribuyen a lo largo del suroeste de Europa y son especialmente numerosos en amplias regiones del Oeste de España. Según el Plan Forestal Español (2002), es la especie caducifolia más abundante del país junto al Quercus Pubescens, y ocupa 381.000 hectáreas.