El ser humano vive en un mundo inexplorado. Aunque se ha lanzado a la búsqueda de vida en otros planetas, la inmensa mayoría de las especies de seres vivos de la Tierra son todavía desconocidas. Como dijo el célebre Edward Osborne Wilson, experto en hormigas y evolución de la Universidad de Harvard, "nuestras vidas dependen de ecosistemas que apenas hemos comenzado a comprender". Es cierto que se conocen la mayor parte de las especies de grandes animales y plantas, pero también lo es que éstas son una minoría en el mundo natural. En contra de lo que pueda parecer, la vida en la Tierra está absolutamente dominada por seres diminutos que resultan difíciles de ver: insectos, nematodos, bacterias y los desconocidos virus. Todos estos son extraordinariamente abundantes y diversos.
La ignorancia sobre estos pequeños seres es inmensa, pero están surgiendo señales de alarma que indican que el tren de vida de la civilización humana está dañando, de forma irreversible, a unas pequeñas criaturas de las que depende su existencia: los insectos. Un estudio publicado en octubre en la revista Plos One alertó de una caída estacional del 76 por ciento en la población de los insectos voladores de 63 reservas naturales del noroeste de Alemania. A comienzos de año, un informe de la Comisión Europea (CE) aseguró que la cuarta parte de 1.082 especies de ortópteros (chicharras, saltamontes o grillos) están amenazadas en el Viejo Continente. Sin embargo, más allá de estos indicios, no hay datos globales sobre lo que está ocurriendo con estos animales.
"A causa de la escasez de información que tenemos, es difícil saber si ambas cosas son la punta del iceberg o un extremo", explica a ABC Natural Axel Hochkirch, experto en saltamontes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), quien contribuyó a redactar el informe sobre ortópteros de la CE. Lo cierto es que la UE no está siguiendo la evolución de las poblaciones de insectos, aparte de su estudio, que recoge el 41 por ciento de los ortópteros.
La punta del iceberg
Tal como escribió en Science este experto, la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN por el momento solo considera como extintas a 394 especies de insectos. "Pero esta cifra es ridículamente baja. Solo en una semana pueden desaparecer docenas". Sea como sea, según Hochkirch, estos números no alarman a nadie porque es como "anotar el número de muertos provocados por una guerra sin ver las caras de los caídos". Las estimaciones manejadas por la IUCN apuntan a que en esta guerra invisible desaparecen entre una a 100 especies de invertebrados (no solo insectos) cada día.
"Estoy convencido de que esto es solo la punta del iceberg", reconoce José Luis Viejo, catedrático de Entomología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Aunque este experto en lepidópteros (mariposas, polillas, orugas) dice que no hay datos sobre la evolución de las poblaciones de insectos en España, sí que reconoce que muchos trabajos presentados en las recientes jornadas de la Asociación Española de Entomología apuntan en la dirección de que la diversidad de insectos está cayendo en el país. "En los 20 o 25 años que llevo trabajando en la reserva natural del Regajal-Mar de Ontígola he notado un declive de los lepidópteros. Las especies raras ahora son más raras y las que eran muy raras ya no están".
La base de la cadena trófica
Aunque no se haya medido directamente el declive de los insectos, sí que se han encendido otras luces rojas en otros animales que dependen de ellos: las aves. Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife comparte algunos preocupantes datos que han recogido sobre las aves desde el año 1998. "El 34 por ciento de las 130 especies comunes que seguimos está en declive. La mayoría de las que están cayendo están vinculadas a medios agrícolas y urbanos".
La posible caída de la población de insectos, la fuente de alimento de muchas aves de medios agrícolas, puede ser la causa. "Se le ha declarado la guerra química al campo. Se usan semillas blindadas contra hongos, fertilizantes, pesticidas como los neonicotinoides y herbicidas, como el glifosato, que son baratísimos y que matan todo. Pero al hacerlo, eliminas la base de la cadena trófica y provocas que no haya alimento para micromamíferos, lagartijas, serpientes ni pájaros". Quizás por eso, en España las golondrinas experimentan un declive del 25 por ciento en sus poblaciones, el mochuelo del 40%, el cernícalo vulgar del 45% y el alcaudón dorsirrojo del 53%.
Uno de los problemas que afrontan los insectos es que los datos que SEO/Birdlife recoge sobre aves no son recopilados por los entomólogos, porque medir la evolución de la población de miles de especies de pequeños animales es mucho más difícil que anillar y seguir a decenas de aves. "Ni de lejos estamos cerca de tener un censo", explica José Luis Viejo. Actualmente, se desconoce la evolución de la población de los insectos y tampoco existe un registro de todas las especies. Si en el mundo se conocen actualmente 960.000 especies de insectos, en Europa se han registrado 75.000 y, en España, 40.000.