Es sabido que los parques eólicos benefician al medio ambiente. Ahora, un nuevo estudio que investiga su impacto en la vida marina de Dinamarca ha descubierto que los peces también resultan beneficiados por esta fuente alternativa de energía. Los hallazgos, presentados en el informe del Instituto Nacional de Recursos Acuáticos (DTU Aqua) titulado “Effect of the Horns Rev 1 Offshore Wind Farm on Fish Communities. Follow-up Seven Years after Construction” (Efectos del parque eólico marino Horns Rev 1 sobre las poblaciones ictiológicas. Seguimiento siete años después de su construcción), indican que las turbinas eólicas tienen un efecto positivo sobre los peces y que algunas especies han incrementado su número.

El parque eólico marino Horns Rev 1 de Dinamarca es uno de los más grandes del planeta, con ochenta enormes turbinas situadas en aguas relativamente poco profundas, que están repletas de peces. Los científicos de DTU Aqua reunieron y analizaron datos de los peces que viven en el área en cuestión. «Nuestro estudio mostró que las turbinas no han afectado de manera negativa a la vida de los peces en la zona», explica Claus Stenberg, biólogo de DTU Aqua y autor principal del estudio.

Según informan los investigadores, las turbinas instaladas en Horns Rev 1 se insertan a gran profundidad en el fondo del mar y son apuntaladas por una gran pila de rocas. Esto garantiza la protección de las turbinas, dado que las corrientes marinas no pueden erosionar las profundas zanjas excavadas en la arena. Los investigadores observaron que estas estructuras de piedra actúan también como arrecifes artificiales, proporcionando a los peces unas condiciones de vida óptimas. Los peces no solo tienen un buen lugar donde cobijarse y abundante alimento, sino que cada vez son más los atraídos por el fondo rocoso del mar, lo que a su vez ha generado un hábitat para varias especies nuevas.

“En los nuevos arrecifes de la zona se han establecido especies amantes de los entornos pedregosos, como el tabernero, el blenio vivíparo y el lumpo", informa el Dr. Stenberg. "Cuanto más nos acercamos a los cimientos de cada turbina, más especies encontramos. El estudio indica que los parques eólicos no son una amenaza ni tampoco benefician en particular al lanzón. Esta especie necesita arena fina, en la que se entierra para vivir y los aerogeneradores no afectan ni al tamaño de los granos de arena del fondo, ni tienen impacto en la abundancia de lanzón”.

El equipo afirma que este es el primer estudio en evaluar cómo afectan los parques eólicos daneses a la vida de los peces, pero no está seguro de que sus hallazgos puedan extrapolarse a los otros once parques eólicos enclavados en las aguas del país.

“Horns Rev está situado en un entorno sumamente adverso, sometido a la acción de las olas, lo que significa, por ejemplo, que los bosques de algas, junto con los pequeños peces que viven en ellas, no se pueden establecer allí. Por lo tanto, podríamos esperar que los efectos de arrecife sean incluso mayores en un parque eólico ubicado, por ejemplo, en el Mar Kattegat, que está más protegido”, apunta el Dr. Stenberg.

El investigador de DTU Aqua explica también que, según la investigación, Horns Rev 1 es demasiado pequeño para funcionar como una auténtica zona marina protegida (ZMP), porque a lo largo de su vida los peces utilizan un área mucho mayor que la ocupada por el parque eólico. “Sin embargo, podemos suponer que varios parques situados uno cerca del otro podrían tener un efecto combinado positivo en el desove y la supervivencia de los peces, ya que los parques eólicos que están situados aguas abajo de otro parque pueden actuar como una especie de corredor de dispersión para las huevas y las larvas”, concluye.



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