Tanto el estado de salud de Berta, como el de su madre Tula, llamada así por un grupo de escolares cántabros que realizó la actividad de “la Muda”, es bueno y se ha integrado muy bien con las otras vacas, que cuidan de ella como si fuera propia.
Desde 2009, FNYH, con la colaboración del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, ha hecho posible que la vaca roja pasiega paste en los prados del Alto Miera, gracias a la adquisición de un rebaño de cinco vacas adultas y esta cría recién nacida. Tula fue inseminada con semen de un toro pasiego llamado Bisbal, por iniciativa de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad y de la Asociación Vaca Pasiega, de la que FNYH forma parte.
El nacimiento ha suscitado el interés de otros ganaderos de la zona, habiendo recibido la Fundación peticiones de varias personas de San Roque interesadas en tener su propia vaca pasiega.
Asimismo, otro amigo se ha integrado a la gran familia de FNYH. Su nombre es Gol y es un cachorro de mastín nacido hace dos meses. Es hijo de perros pastores que hacen la trashumancia cada año de Palencia a Extremadura. Este mastín ayudará a cuidar al rebaño de oveja lacha durante el pastoreo de verano, por lo que desde hace unos días se acostumbra a sus nuevas compañeras ovejas, conviviendo con ellas en la cabaña.