Se ha descubierto que una especie de hormigas amazónicas, las llamadas Mycocepurus smithii, han evolucionado y renunciado a los machos de la especie, ya que son capaces de reproducirse por clonación ellas mismas.
Un equipo de científicos de la Universidad de Arizona en EEUU, han investigado este extraño caso de organismo multicelular cuyas hembras no precisan del sexo para tener crías. En este caso la hormiga reina produce geneticamente crías idénticas para perdurar la especie, mientras que las obreras son todas estériles. El estudio se ha publicado en la revista científica "Proceedings of Royal Society B".
Curiosamente, estas colonias de clones dependen para su alimentación de un hongo que también es asexual, que está en el origen del interés en el estudio de estas peculiares hormigas.
ESTUDIO
Para realizar este trabajo, los biólogos recogieron las hormigas entre 2001 y 2003 en diferentes países entre México y Argentina. Casi la mitad procedían de Brasil, del Amazonas.
Entre las pruebas que realizaron, cabe destacar los tests de ADN que se hicieron de 12 colonias diferentes de Mycocepurus smithii. El resultado fue idéntico: todas las hormigas de una misma colonia eran idénticas a su reina. También, se disecaron algunos de los insectos, lo que ha servido para comprobar que los órganos sexuales los tienen atrofiados.
Los investigadores incluso probaron con antibióticos a ver afectaba algo la falta de machos, como ocurre en algunos artrópodos asexuales. Pero no fue así y las reinas estudiadas en este experimento tuvieron cerca de 7.500 hermanas reinas, pero ningún macho durante 16 meses de tratamiento intensivo.
María Dolores Martínez, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid reconoce que esta especie es "una singularidad" en la naturaleza. "Hay otras especies en las que se da la partenogénesis, pero siempre hay machos. En este caso, es muy curioso que estas hormigas hayan optado por este sistema, aunque, por otra parte, de este modo evitan los conflictos que tienen las obreras frente a las reinas por el sistema de reproducción habitual".
"Continuamente hablamos de la importancia de la reproducción sexual aunque el sexo conlleva unos costes importantes, ya que después de llegar a adulto e intentar reproducirse, solo se pasan la mitad de nuestros genes, pero la posibilidad de recombinación a nivel genético nos hace más adaptables a ambientes impredecibles frente a la reproducción asexual, en la que tiene el inconveniente de que pueden aflorar genes deletéreos", afirma la investigadora española.
Por esto, casi todos los seres vivos han evolucionado hacia una reproducción sexual que produce la recobinación de los genes ya que da lugar a una variabilidad genetica que enriquece a la especie dando más variedad y posibilidades a la descendencia de la especie. Puede ser util para adaptarse a parasitos, enfermedades, evitar que las mutaciones perduren en todas las generaciones… Todo esto no ocurre con los clones.
En este caso, algunos expertos apuntan que quizás las M. smithii han logrado estar bien adaptadas, como demuestra su amplia dispersión geográfica, porque es la reina quien controla la casta de toda la colonia.
Cultivadoras de éxito
En un principio, lo que llamó la atención a la jefa de investigación fue la capacidad de ‘cultivar’ cosechas de hongos. De hecho, asegura que esta especie lleva tratando hongos desde hace unos 80 millones de años. "Recogen el material vegetal, sus heces e incluso insectos muertos del bosque y lo echan sobre su terreno para abonar sus cosechas de hongos", asegura la bióloga norteamericana.
No son las únicas hormigas capaces de hacer esto, pero si son más eficientes que otras especies de hormigas muy cercamanaas a ellas geneticamente.
Dado que su recolección es también de hongos también asexuales, los biólogos han planteado la hipótesis de que el hecho de ser sólo hembras les da la ventaja de no estar sometidas a los apremios del sexo, es decir, que pierden menos tiempo en su labor recolectora.