Bajo la presión de la industria atunera y de los países responsables de la grave situación del atún rojo, entre ellos España, ICCAT ha aprobado una cuota excesiva para asegurar la recuperación de la población de esta especie altamente cotizada.
Se ha fijado una cuota de 12.900 t para el 2011
Las Partes Contratantes de este organismo internacional han decidido reducir la cuota tan sólo 600 t, quedando en 12.900 t para el 2011, frente a una cuota inferior a 6.000 t que pedía WWF, siguiendo las recomendaciones más precautorias de los científicos, y que permitiría su recuperación antes de 2020. Por ello, esta decisión no contribuye en los esfuerzos por recuperar esta especie amenazada.
Sergi Tudela, responsable de Pesca del Programa Mediterráneo de WWF, aseguró que "tras años asistiendo como observadores a ICCAT y viendo las numerosas oportunidades que ha tenido para asumir su misión con responsabilidad, resulta evidente que el interés de este organismo no es la sostenibilidad de la especie; tan sólo los intereses a corto plazo. No se han establecido medidas efectivas para luchar contra la gravísima pesca ilegal que sufre esta pesquería".
La Pesca ilegal
Investigaciones recientes han demostrado que la pesca ilegal sigue produciéndose de manera generalizada en todo el Mediterráneo, pero tampoco se han mejorado significativamente las medidas en la reunión de Paris.
"Los miembros de ICCAT han dado la espalda al hecho de que no reducir la cuota a los niveles precautorios recomendados por los científicos lleva a que la especie no podrá recuperarse", apuntó Sergi Tudela.
Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España, comentó que "estamos especialmente decepcionados con el papel del Gobierno español, que ha vuelto a defender los intereses cortoplacistas del sector industrial frente a la recuperación de la especie, ignorando su compromiso internacional de crear un Santuario para la especie en Baleares, desoyendo a los científicos y amenazando el mantenimiento de los 2.500 empleos del sector artesanal que depende de este recurso en nuestro país. Esto no es una política pesquera sostenible, ni una política ambiental, ni una política social: es sencillamente una apuesta por la extinción del atún rojo".
Francia pescó por encima de las 10.000 t
WWF se felicita, de todas formas, de que se hayan mantenido las penalizaciones a los países que han superado la cuota. Estos países verán su cuota reducida en el futuro para compensar la pesca ilegal ejercida en años anteriores. La aplicación de estas normas pesqueras es crucial en la UE, inmersa en la reforma de la Política Pesquera Común que deberá basarse en las recomendaciones científicas y en la lucha contra la pesca ilegal.
En 2007, Francia pescó por encima de las 10.000 t, pero en 2011 su cuota será inferior a las 1.000, una vez se hayan aplicado las penalizaciones por exceso de capturas. La cuota francesa en 2011 debería repartirse entre las flotas artesanales, en vez de las industriales de cerco que han sido los principales responsables de una sobrepesca masiva en el pasado.
WWF considera crucial que las medidas de reducción de capacidad, aprobadas se dirijan a reducir la cantidad de barcos cerqueros. Las nuevas normas obligan a que, en los próximos tres años, la capacidad de pesca de los barcos en el Mediterráneo -que en la actualidad es excesiva- esté en consonancia con las cuotas de pesca. Si bien las cifras actuales, en el número de barcos, subestiman la capacidad real, este es un avance positivo.
Seis zonas de reproducción en el Mediterráneo
WWF, observador de las negociaciones durante la reunión de ICCAT, demandó también el establecimiento de Santuarios en las seis zonas de reproducción identificadas en el mar Mediterráneo. No obstante, esta sugerencia fue eliminada por completo de la agenda.
La Unión Europea y Japón, principales países con interés económico en el atún rojo,-así como Noruega, Canadá y Estados Unidos- prometieron, el pasado mes de marzo, al rechazar la prohibición del comercio internacional del atún rojo en la reunión de CITES, medidas de gestión pesquera basadas en la ciencia durante la presente reunión de ICCAT. Japón, en particular, se opuso a la medida en CITES y puso énfasis en que ICCAT era el lugar para gestionar de forma sostenible al atún rojo y que los países mostrarían al mundo que ICCAT es capaz de asegurar la recuperación de las especies.
Los científicos de ICCAT tendrán que evaluar de nuevo la situación del atún rojo en el Atlántico oriental en 2012. Entonces, tendrán que resolver las incertidumbres de los datos sobre sus capturas para dar unas recomendaciones más claras. La calidad de los datos debe mejorar, pero también las metodologías empleadas para analizar los resultados. WWF seguirá trabajando con los científicos para optimizar el proceso durante los dos próximos años.