El informe IPBES ha revolucionado las conciencias ciudadanas y políticas. Sus conclusiones confirman una disminución de la biodiversidad sin precedentes en todo el planeta, lo que está acelerando la extinción de especies hasta límites inimaginables. Este deterioro del medio ambiente conlleva un impacto negativo para las personas, disminuye la calidad de vida y afecta a la economía mundial.

“No es demasiado tarde para cambiar esta situación, pero sólo si empezamos ahora, en todos los niveles, desde lo local hasta lo global», señala el Presidente de IPBES, Robert Watson, que apela a un cambio transformador.

La ONU insta así a los gobiernos a acelerar las medidas para cumplir las metas Aichi, 20 objetivos establecidos en la Convención de Diversidad Biológica (CBD) para detener la pérdida de naturaleza del planeta antes del año 2020.

Informe IPBES

Hace siete años, dentro del marco de la ONU, se creó la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) con el propósito de estudiar la situación global del medio ambiente ante emergencia en la que se encuentra el planeta na degradación ambiental que no sólo afecta a los animales, también a nuestra propia supervivencia.

Sus conclusiones se han publicado ahora bajo el nombre de Informe de Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, una radiografía de los cambios de las últimas cinco décadas.

“Tres cuartas partes del medio terrestre y alrededor del 66% del medio marino han sido alterados por las acciones humanas”, concluye, lo que significa una aceleración sin precedentes de la extinción de especies.

Las principales causas de la pérdida de especies son la explotación de su hábitat, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras. Todos contribuimos a esto y, por ello, es preciso que todos los actores se involucren, tanto los gobiernos, como las industrias, organizaciones y sociedad civil. Y ya lo están haciendo.

Los ciudadanos toman las riendas del planeta

La ciudadanía ha sido la primera en actuar. Habitantes de más de 150 países participan en actividades de limpieza de playas, bosques, calles… en una iniciativa que ha derivado en Día Mundial: el Día Mundial de la Limpieza (World Cleanup Day), considerado la mayor acción cívica del mundo.

Esta y otras grandes iniciativas son importantes para la divulgación y la concienciación global, pero las soluciones pasan por incorporar comportamientos sostenibles a nuestra rutina diaria.

Consumir productos de kilómetro cero, evitar los productos de plástico y elegir alternativas de movilidad sostenible, como la bici o los vehículos eléctricos son opciones que podemos escoger cada día para mejorar el planeta.

Las metas verdes españolas

Para la mayoría de los españoles, la acción más importante para proteger la biodiversidad es reforzar la legislación existente en materia de conservación de la naturaleza, según informa el último Eurobarómetro.

España pretende liderar la defensa del medio ambiente a través de diferentes planes de acción política. La nueva Estrategia Estatal de Infraestructura Verde, una red de espacios naturales diseñada para proteger los ecosistemas, se ha ampliado para restaurar aquellos que se encontraban degradados.

Al mismo tiempo, ha pasado a considerar los parques nacionales como “reservas estratégicas” y ha incorporado a esta red la Sierra de Nieves, en Málaga, y el Mar de Calmas de la isla de Hierro, convirtiéndola en el primer parque nacional marino.

En un país con un 70% de costa marítima, tampoco pueden faltar medidas de defensa del hábitat marino. El Ministerio para la Transición Ecológica está decidido a apoyar la pesca artesanal frente a la de arrastre, que ahoga el fondo marino. Además, las costas españolas reducirán la contaminación al prohibirse en ellas cualquier acción que suponga un riesgo ambiental.

En un futuro próximo, el Gobierno se ha comprometido a inhabilitar aquellas prácticas industriales incompatibles con la preservación de los espacios marinos a través de una ley más estricta sobre los vertidos de hidrocarburos relativos al transporte marítimo. Y se está trabajando con las distintas comunidades autónomas para mejorar el tratamiento de aguas residuales.

Cuidando la fauna local del planeta

La población animal también es protagonista de las medidas gubernamentales para frenar la extinción de especies. Como responsables de una de las especies únicas en el mundo, el lince ibérico, el programa destinado a su conservación es un ejemplo de iniciativa política destinada a frenar una especie en peligro de extinción cuyos datos hablan por sí solos.

Han pasado de apenas 90 ejemplares a más de 650 en 16 años, lo que les ha valido el premio «Best of the Best» del programa LIFE de la Unión Europea.

Desde sus inicios, los gobiernos autonómicos han trabajado conjuntamente para la recuperación de su hábitat, creación de centros de cría para su repoblación, reintroducción y seguimiento de los ejemplares en libertad, así como la concienciación de la población.

Las aves también disfrutarán de un mayor espacio protegido en España. El gobierno se ha comprometido a actualizar la lista nacional de especies amenazadas, proteger sus espacios vitales y crear bancos genéticos de las distintas especies para proceder a una conservación mayor de dichas poblaciones.

Buenas e imprescindibles medidas todas ellas para frenar la pérdida de biodiversidad. Como dijo Robert Watson, Presidente de IPBES, «estamos erosionando los cimientos de nuestras economías, medios de vida, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida en todo el mundo». Pero aún estamos a tiempo de frenar un desastre ambiental y salvar el planeta. Siempre con la implicación de toda la sociedad.

Fuente: Andrea Velasco / Planeta Inteligente – EL MUNDO,

Artículo de referencia: http://www.planetainteligente.elmundo.es/retos-y-soluciones/plan-de-urgencia-para-salvar-el-planeta,



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