El barco palangrero español «Anacapema», colaborador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), recapturó ayer por primera vez un atún blanco que había sido marcado y soltado hace dos meses frente a las costas de Valencia, lo que los expertos consideran que es una «clara demostración» de las grandes posibilidades científicas de la cooperación entre los sectores de la pesca y la investigación.
El IEO señaló en un comunicado que el ejemplar de atún blanco capturado en el sur de Menorca había sido marcado frente a Valencia en el marco del concurso «Desafío Mediterráneo», en el que pescadores deportivos asesorados por el citado instituto capturaron, marcaron y soltaron atunes para su seguimiento científico.
Esa colaboración se inició tras la firma de un convenio el pasado mes de julio entre el IEO y la Confederación Mediterránea para la Pesca Responsable, por el que se organizan cursos para pescadores deportivos en distintos puertos. También con la Federación Española de Pesca Deportiva se impartió un curso de marcado a los participantes de la Copa del Rey del 19 al 22 de junio, en Torrevieja (Málaga).
Así, en distintos periodos se han colocado más de 200 marcas convencionales y 36 marcas electrónicas en distintas áreas y periodos, lo que aporta datos de «alto interés» al relacionar el comportamiento migratorio con factores tales como el tamaño, el área y la época de marcado y las condiciones ambientales en el momento del marcado y suelta.
Por otra parte, el IEO se encargó de marcar más del 80 por ciento de los casi 14.000 atunes rojos que se llevan marcados en el Atlántico Este y Mediterráneo desde los años setenta. Con esta acción de fines científicos, se demostró el paso migratorio de atunes rojos jóvenes desde el Mediterráneo al Atlántico y al Mar Cantábrico y desde éstos hacia el Mediterráneo. además, se demostró la migración trasatlántica de jóvenes atunes de tres años desde el Cantábrico a las costas norteamericanas.
Por último, se indicó que dentro de las actividades del IEO, del 19 al 21 de septiembre se realizó en Pollensa (Mallorca) el quinto concurso «Desafío Mediterráneo», en el que se marcaron 30 atunes rojos.