En la Península Ibérica, las poblaciones reproductora e invernante de milano real (Milvus milvus) han sufrido un declive cercano al 50% entre 1994 y 2004, poniendo a la especie en situación crítica. En País Vasco, la situación se repite, con tan solo unas 15 parejas reproductoras y poco menos de 170 aves invernantes en 2004. En Navarra el milano real se mantiene más estable, con 263 parejas reproductoras y cerca de 1.700 invernantes en 2004.
Se trata de una especie muy afectada por el uso ilegal de venenos en el campo. Esta situación, reflejada en su inclusión en la categoría más alta de amenaza, requiere de medidas urgentes de estudio, gestión y conservación. El milano real debe ser en la actualidad la rapaz ibérica con mayor declive poblacional. Así, conocer sus movimientos y migraciones es fundamental para la conservación futura de esta especie.
Milanos reales con GPS seguidos por telefonía móvil
El avance de las nuevas tecnologías en materia de telefonía móvil está permitiendo el seguimiento remoto de las aves empleando las redes de móviles. Estos nuevos aparatos, conocidos como emisores GPS-GSM, recogen la posición del ave con un GPS y nos la envían empleando las redes móviles, como si de un mensaje de teléfono se tratase. La información que envían se descarga vía Internet, de manera que todos los días sabemos dónde se encuentran las aves, siempre y cuando tengan cobertura móvil.
Este invierno se han marcado con este ingenioso sistema de seguimiento remoto cuatro milanos reales en Álava. Son dos jóvenes (llamados Gardelegi y Agiñaga en honor del lugar donde fueron capturados) y dos adultos (Pobes y Ataria) los que nos van a desvelar sus movimientos y migración en las próximas semanas. El trabajo de captura de las aves en el campo se ha visto muy favorecido gracias a la ayuda de ornitólogos locales, de los paisanos de la montaña alavesa y del personal del vertedero de Gardelegi.
En este momento, el joven Gardelegi ya ha comenzado su migración primaveral. Tras pasar unos días en La Rioja, el 15 de febrero voló con rumbo noreste y ahora está en Francia, a 330 kilómetros de donde fue marcado. Los otros tres milanos, Agiñaga, Pobes y Ataria siguen aún en sus zonas de invernada y se mueven muy cerca del lugar donde fueron marcados. En los próximos días o semanas se espera que inicien sus viajes de vuelta a las áreas de cría en Centroeuropa, ya que la mayoría de las aves invernantes en España son de Alemania, Francia y Suiza. Todos sus movimientos se pueden consultar diariamente en esta página.
Hemos comenzado conociendo los movimientos de la población invernante, pero aún más importante sería continuar el trabajo marcando más aves con emisores GPS de la población reproductora, muy escasa y amenazada, en especial en País Vasco.
El milano real
Desde el año 2012 SEO/BirdLife está marcando milanos reales dentro del programa Migra, y en http://www.migraciondeaves.org/ se dispone ya de los movimientos de 14 ejemplares diferentes marcados en la península Ibérica. En total, el Programa Migra realiza el seguimiento de más de 200 ejemplares de una veintena de especies distintas.
Programa Migra
El novedoso programa Migra, puesto en marcha en 2011 por SEO/BirdLife con la colaboración de la Fundación Iberdrola, incorpora las últimas tecnologías en sistemas de geolocalización y seguimiento remoto para conocer con mayor detalle los movimientos de las aves.
Con esta tecnología podemos conocer las fechas de inicio y fin de sus migraciones, los lugares de parada y puntos de alimentación, el tiempo que tardan en realizar esos viajes, si se repiten en la migración primaveral y otoñal, las principales áreas de invernada y dispersión, o si las rutas son iguales año tras año. La Fundación Iberdrola apoya este proyecto de investigación y conservación en el marco de su compromiso con la sostenibilidad y biodiversidad, que constituye una de sus principales líneas de actuación.
En los años 90 la población reproductora española de milano real era la segunda más importante del mundo junto con la alemana, con cerca de 4.000 parejas. Igualmente, España acogía un gran número de invernantes, unas 60.000 aves. No obstante, en tan solo 10 años estas poblaciones se han reducido a la mitad, haciendo cada vez más difícil disfrutar del vuelo de esta rapaz en nuestros campos.