Gracias al movimiento ondulatorio de sus cuerpos, con el que mantienen la estabilidad, las serpientes voladoras del género Crysopelea son los únicos vertebrados sin extremidades conocidos capaces de volar.
La aerodinámica nunca ha sido fácil menester. Tratar de dominar el arte de volar ha llevado a más de un valiente y algún que otro ingeniero con menos talento que vocación, a acabar en el lugar opuesto al que le situaban sus expectativas, es decir, en vez de surcando los cielos, descansando bajo tierra.
Así es, como por ejemplo, la mitología griega nos recuerda con dolor los sueños derretidos del iluso Ícaro. La estrategia del ensayo y error puede tener consecuencias fatales, y en ciertas ocasiones, cuando el desafío se dirige a las leyes de la física, y en particular a esa fuerza que todo lo rige llamada Gravedad, el margen de fallo es muy reducido.
Así, la evolución ha dotado al hombre de inteligencia pero le ha negado un par de alas. Es quizá esta la razón del anhelo humano por volar y el porque de a cuya satisfacción le ha dedicado horas a la búsqueda de inspiración; ya sea en aves, insectos, algún que otro mamífero volador e incluso en las semillas de algunas plantas.
Y para colmo de un primate celoso de las plumas de los pájaros, en otra muestra de que los caminos de la evolución son tan caprichosos como deslumbrantes, la capacidad de volar se hace patente, irónicamente, también en un animal sin extremidades y diseñado para arrastrarse por el suelo: las serpientes del género Chrysopelea.
Serpientes que reptan en el aire
Muchos animales como las serpientes ondulan para desplazarse en el agua, en superficies rugosas o por arena. Sin embargo, como decíamos solo unas líneas atrás, las serpientes voladoras del género Crysopelea, son los únicos vertebrados sin extremidades conocidos capaces de volar usando esta ondulación cuando se deslizan por el aire pero, ¿cómo lo hacen?
Esto es precisamente lo que el estudiante de ingeniería mecánica Isaac Yeaton y sus colegas de la Universidad de Virginia trataron de averiguar. Los resultados de su estudio se publican esta semana bajo el título Undulation enables gliding in flying snakes en la revista Nature, e informan de que para mantenerse en el aire, la forma del cuerpo de las serpientes cambia continuamente a medida que las ondas horizontales y verticales se mueven a través de ellas.
Al rastrear sus deslizamientos con cámaras de alta velocidad, los investigadores analizaron cómo la ondulación afecta al movimiento de las serpientes voladoras. Identificaron la presencia de una onda vertical durante el planeo en el aire, lo que sugería que las serpientes utilizan la ondulación para algo más que impulsarse en el aire.
Luego, los autores construyeron un modelo por ordenador que simulaba el vuelo de la serpiente con y sin ondulación. Sin ondulaciones, quedaba demostrado que las serpientes solo serían capaces de desplazarse una corta distancia.
Deslizamientos muy estables
Sin embargo, cuando se incluyó la ondulación en las simulaciones de vuelo, la mayoría de estas mostraron deslizamientos muy estables, lo que indica que dicha ondulación también esta dirigida a mejorar la estabilidad y no solo para el impulso.
«Diseñamos este experimento para determinar si la ondulación aérea de las serpientes es una verdadera estrategia de control de vuelo o un vestigio conductual» explica Yeaton.
«Descubrimos que la ondulación aérea se compone de ondas horizontales y verticales cuyas fases difieren en 90 gradoa y cuyas frecuencias difieren en un factor de dos, lo que nos demuestra que esta ondulación cumple con una función diferente a cuando estas serpientes u otros animales ondulan en tierra firme o el agua para desplazarse«, añade.
Los autores sugieren que estos hallazgos podrían ayudar al diseño de nuevos robots voladores que podrían deslizarse usando un método inédito hasta el momento, la ondulación aérea, y bioinspirado, quién se lo iba a decir Ícaro y a tantos otros desdichados – para ser justos, sin cuyos fracasos por cierto, no habríamos llegado hasta aquí- en las serpientes.
Fuente: Héctor Rodríguez / National Geographic,
Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/reptando-aire-asi-vuelan-estas-serpientes_15682,