El precio para salvar la diversidad y para evitar la sexta extinción masiva de especies en la Tierra se cifra en alrededor de 100.000 millones de dólares (unos 89.000 millones de euros) cada año.
De este modo, al menos un 30% de la superficie del planeta se protegerá en 2030, según una propuesta de política científica elaborada por 19 investigadores de instituciones de China, Estados Unidos, Reino Unido y Sri Lanka.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, fue elaborado por líderes académicos, sociales, filantrópicos e industriales, y se fundamenta en lo que los autores llaman «Acuerdo Global para la Naturaleza» (GDN, por sus siglas en el inglés), que, en conjunción con el Acuerdo de París, evitaría un cambio climático catastrófico, conservaría a las especies y garantizaría los servicios esenciales de los ecosistemas.
La Tierra ha vivido hasta ahora cinco extinciones masivas, pero los científicos urgen a tomar medidas durante la próxima década para detener la primea catástrofe de la biodiversidad con origen humano.
«La sexta extinción descansa en los hombros de nuestra sociedad», apunta Greg Asner, de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos), quien añade: «Tenemos que tomar una decisión sobre dónde proteger la biodiversidad y dónde dejarla ir. Ahí es donde estamos ahora. Estamos jugando ese juego como sociedad. Desafortunadamente, hemos llegado a ese punto porque estamos dominando el planeta».
Acuerdo Global para la Naturaleza
El Acuerdo Global para la Naturaleza se basa en tres objetivos generales: proteger, al menos, un 30% de la superficie de la Tierra para el año 2030, mitigar el cambio climático con la conservación de los reservorios naturales de carbono (como suelos, mares, bosques, manglares o humedales) y reducir diferentes amenazas (entre las que los autores citan, por ejemplo, el cultivo en tierras degradadas, el desperdicio de alimentos y la pesca industrial y la caza).
Los investigadores indican que menos de la mitad de la superficie terrestre permanece intacta y añaden que deben impulsarse la conservación de todos los ecosistemas nativos y las medidas de transición energética en el marco de un escenario de «un calentamiento global de, como máximo, 1,5ºC más con respecto a los niveles de la era preindustrial».
El papel clave de bosques, manglares y arrecifes
Si bien el Acuerdo Climático de París (2015) fue el primer acuerdo importante para tomar medidas globales contra el cambio climático, los científicos impulsores del Acuerdo Global para la Naturaleza creen que se necesita «desesperadamente» un pacto similar para poner en marcha el primer plan mundial de conservación del medio natural.
Eric Dinerstein, de la ONG Resolve, apunta que todas las naciones del mundo firmaron el Acuerdo de París, pero que este es «solo un pacto a medias», dado que el tratado por sí mismo «no salvará la diversidad de la vida en la Tierra ni conservará los servicios de los ecosistemas de los que depende la humanidad».
«Necesitamos naturaleza salvaje en cada una de las 846 ecorregiones terrestres de la Tierra, conservadas en áreas protegidas que representan la compleja red de la naturaleza de la que todos dependemos», añade, al tiempo que indica que bosques, manglares y arrecifes de coral forman ecosistemas con un papel importante contra el calentamiento global.
«El Acuerdo Global para la Naturaleza presenta una solución esperanzadora para evitar la sexta extinción masiva y ayudar a estabilizar el clima», recalca Tanya Birch, gerente de programas de Google Earth Outreach.
Lucas Joppa, director de medio ambiente de Microsoft, señala que «el tiempo es corto y la ciencia es clara: la humanidad debe hacer más que reducir nuestras emisiones globales de carbono para escapar del borde del desastre climático».
Fuente: ABC,
Artículo de referencia: https://www.abc.es/natural/biodiversidad/abci-cuanto-costaria-detener-primea-catastrofe-biodiversidad-origen-humano-201904231053_noticia.html,