En el tiempo transcurrido desde la publicación, en 2004, del último Libro Rojo de las Aves de España hasta nuestros días, la gran mayoría de las especies que estaban amenazadas lo siguen estando, y hay nuevas especies amenazadas o con tendencias negativas preocupantes.
El estudio destaca que un 23% de las especies de aves presentes en España con regularidad tiene un elevado riesgo de extinción, otro 23% de las aves comunes presenta una tendencia negativa y un 74% de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves muestra una tendencia o un estado de conservación desfavorable.
Situación de las aves comunes
La tendencia de las aves que hasta ahora presentan grandes poblaciones y áreas de distribución extensas debe ser objeto de especial preocupación. El seguimiento de más de un decenio muestra que más de un 20% de estas aves, que denominamos comunes, presenta una tendencia negativa. Este declive es síntoma o indicador de que el funcionamiento de algunos hábitats está alterado de forma significativa. Habría que corregir esta situación cuanto antes para evitar que éstas y otras especies pasen a figurar en la Lista Roja a medio plazo.
Por otra parte, los indicadores revelan que los medios agrícolas están viéndose sometidos a una mayor pérdida de biodiversidad que otros ambientes y, por tanto, es necesario tomar medidas específicas que frenen y reviertan esta situación. Cada año el declive medio registrado en estas poblaciones de aves ligadas a los medios agrícolas es más acusado, siendo aún mayor en sistemas agrícolas de secano.
Grupos de aves más amenazados
Actualmente, el grupo de especies más amenazado son las aves acuáticas. De hecho, ocho de los 16 taxones catalogados “En Peligro Crítico” son aves de este ambiente, la mayor parte debido a que tienen poblaciones muy pequeñas y requerimientos muy estrictos de hábitat. También es muy preocupante el estado de conservación que presentan las especies de hábitats esteparios. El 67% de ellas se encuentra en alguna categoría de amenaza.
Las aves marinas también se hallan en un deficiente estado de conservación. Aunque la mayoría de sus colonias están protegidas, su tendencia es negativa, principalmente por la elevada mortalidad adulta. Las capturas accidentales en artes de pesca y la contaminación por hidrocarburos son las principales causas de esta mortalidad.
Aunque las aves comunes de los hábitats forestales muestran, en general, un aparente buen estado de conservación, también incluyen un buen número de especies amenazadas, como el urogallo, el milano real, o algunos paseriformes forestales endémicos de las Islas Canarias que están catalogados “En Peligro”.