A propósito del inicio del congreso La regulación del trampeo en España y el mundo promovido por la Comunidad de Madrid, tres asociaciones ecologistas han declarado que existen toda una serie de prioridades en la Comunidad de Madrid que no se están cumpliendo, como el desarrollo de planes de recuperación de especies en peligro, el plan regional de lucha contra el veneno o la ley de caza.
Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF/Adena creen que a estos y otros temas «se deberían destinar medios y recursos antes que a un asunto tan controvertido y tan secundario en esta región como el control de depredadores».
La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha destinado importates recursos al Congreso mundial sobre control de predadores celebrado la semana pasada en Madrid, en el que se pusieron sobre la mesa experiencias sobre la gestión de la caza como el control legal de los predadores.
Las organizaciones manifestaron que la Consejería destina «cada vez menos recursos a asuntos como la conservación de los hábitats y las especies amenazadas», o a medidas de lucha contra los métodos ilegales de eliminación de predadores, como es el caso de los cebos envenenados.
El veneno, un problema para Madrid
En este sentido, asguran, Madrid es una de las Comunidades más atrasadas en la lucha contra el veneno y una de las más afectadas por este problema. «En los últimos años se han detectado 19 Águilas Imperiales Ibéricas envenenadas en Madrid, siendo esta la provincia española que encabeza el listado de envenenamientos de esta especie amenazada mundialmente».
«No se cumple la normativa»
Los ecologistas denuncian que «tampoco existen planes de recuperación de especies en peligro de extinción (como el águila imperial o el lince) tal y como exige la normativa estatal, ni se acierta en la gestión de los hábitats de las especies cinegéticas base de la recuperación de ecosistema».
«El problema principal es otro»
Para las asociaciones conservacionistas el principal problema de las especies cinegéticas no es la predación natural, sino «la errónea gestión del medio natural y sus especies, afectada por múltiples problemas como la intensificación de la actividad agrícolas y cinegética» (con elementos como la desaparición de linderos, el sobrepastoreo debido, el uso de pesticidas y otros productos químicos, la construcción de vallados, etc) o «la destrucción y fragmentación del hábitat debido a la especulación urbanística o la construcción de infraestructuras».