Lince ibérico
El lince ibérico (Lynx pardinus) es una de las especies más emblemáticas de la península ibérica y, a su vez, el felino más amenazado del planeta. Tiene un inconfundible aspecto robusto, con patas largas y cola corta con una borla negra en el extremo que suele mantener erguida batiéndola en momentos de peligro. Sus orejas están rematadas por unos característicos pinceles compuestos por pelos negros rígidos y su pelo tiene una coloración que varía de pardo a grisáceo.
Actualmente, gracias a los programas de conservación y reintroducción, viven en libertad algo más de 400 ejemplares en los bosques mediterráneos de Portugal, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía. Los linces escogen estos hábitats porque necesitan vivir rodeados de abundante matorral y en zonas con abundantes presas. Se le considera un ágil cazador, especialmente de conejos, que suponen el 80% de su dieta. También se alimenta de perdices y otros pequeños mamíferos o aves.
La grave disminución de la especie ha sido históricamente causada por la caza con métodos no selectivos, como los cepos y lazos, pero especialmente por la disminución de su principal especie presa, el conejo de monte, afectado por dos enfermedades víricas: la mixomatosis y la enfermedad vírica hemorrágica, que provocaron un descenso drástico superior al 80% de sus poblaciones. Igualmente, las infraestructuras humanas, además de generar importantes impactos directos, como los atropellos en carreteras, han hecho que las poblaciones se hayan ido separando hasta llegar a estar totalmente aisladas, con lo que resulta casi imposible que los ejemplares de diferentes lugares se relacionen y se reproduzcan entre ellos.
También está cobrando relevancia en su desaparición otra amenaza en los últimos años, las enfermedades, ya que es una especie con gran riesgo sanitario y cualquier brote infeccioso puede llevar a la extinción a una población local. A esto se une la baja variabilidad genética del lince que, entre otros efectos negativos, se asocia a una pérdida de respuesta del sistema inmune.
Para ayudar a preservar esta especie simbólica de la península ibérica, la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, junto con la Fundación Amigos del Águila Imperial y del Lince Ibérico, ha puesto en marcha el proyecto “Custodia en fincas privadas: sumando esfuerzos en conservación” iniciativa que ha permitido mostrar buenas prácticas de conservación a los gestores de fincas en espacios naturales de gran biodiversidad. Este proyecto complementa el gran esfuerzo que se está haciendo desde muchas entidades e instituciones en el marco del proyecto LIFE Iberlince.
