Entre los elegidos figura un foraminífero gigante descubierto en la cima de una montaña submarina frente a Cabo de Palos (Murcia) durante una de las expediciones que llevó a cabo Oceana. Por esa razón, el nuevo organismo fue descrito como Spiculosiphon oceana.
“Es una alegría que un organismo como el Spiculosiphon oceana haya atraído la atención científica internacional y que sirva para dar valor a ecosistemas tan importantes como las montañas submarinas”, declara Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa. “El descubrimiento de una especie nueva para la ciencia como este protozoo confirma la valiosa biodiversidad de dichos accidentes geográficos y el escaso conocimiento que existe sobre los fondos marinos”.
El año pasado también se eligió una especie marina, una esponja carnívora descubierta en los fondos profundos de California. Este año le toca a un protozoo que imita en su comportamiento a las esponjas carnívoras e incluso recoge espículas de estos animales para formar su estructura. El descubrimiento, realizado por Oceana y el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), fue publicado en la revista científica Zootaxa en colaboración con un autor del Centro de Oceanología de Marsella.
Los foraminíferos son organismos constituidos por una única célula, de apenas unos milímetros, similares a las amebas, y capaces de formar una concha o testa, dentro de la cual se refugian. Lo llamativo de los ejemplares descubiertos de Spiculosiphon oceana es que llegan a alcanzar 4 cm, lo que los convierte en los mayores conocidos para el Mediterráneo. Además, esta extraña especie tiene otra particularidad resaltable: su apariencia, que inicialmente llevó a considerar que no se trataba de un protozoo sino de un animal multicelular del grupo de las esponjas.
El Seco de Palos es una montaña submarina situada a tan solo 30 millas de la costa de Murcia. Su cima se sitúa a unos 95-110 metros de profundidad y la vertiente sur cae a más de 1.200 metros. Es un lugar de interés para tiburones, incluyendo el tiburón peregrino, y en él se concentran tortugas marinas y cetáceos, en particular el calderón gris. Oceana filmó por primera vez sus fondos marinos en 2007, con ayuda de un ROV (robot submarino), y en 2012 halló ejemplares de Spiculosiphon oceana con ayuda de una draga.