El país asiático es el mayor consumidor mundial de marfil ilegal, la mayor parte de él procedente de elefantes cazados en África. Cada año, alrededor de 30.000 elefantes mueren en el continente africano a manos de furtivos.
China ya ha indicado con anterioridad que está preparada para castigar con fuerza el tráfico de vida salvaje. De hecho, la destrucción del marfil incautado sucede unas pocas semanas después de que 8 ciudadanos fueran sentenciados a entre 3 y 15 años de cárcel por el contrabando de 3,2 toneladas de marfil.
“WWF cree que la destrucción del marfil incautado es una señal del compromiso del Gobierno para mejorar el cumplimiento de la ley contra el comercio ilegal de marfil. Esto ayudará a los esfuerzos internacionales contra la caza furtiva de elefantes y el tráfico de vida salvaje”, ha declarado el responsable del programa de especies de WWF China, Fan Zhiyong.
“Decenas de miles de elefantes africanos son asesinados cada año por cazadores furtivos por culpa de la alta demanda de marfil. El gesto de China es un compromiso por parte del Gobierno para limpiar el mercado chino y para garantizar la supervivencia de los elefantes africanos”, ha añadido Zhiyong.
De acuerdo a CITES (la convención que regula el comercio de especies amenazadas), China tiene un mercado legal de marfil en el que pueden venderse los productos anteriores a la prohibición internacional de 1989, así como los procedentes de una subasta única realizada en 2008 por 4 países africanos. Pero en cualquier caso, el marfil ilegal incautado no puede utilizarse con fines comerciales.
“Las acciones de China, más que las de cualquier otro país, tienen el potencial de revertir el alarmante aumento de la caza furtiva de elefantes y del comercio ilegal de marfil”, ha declarado Tom Milliken, el experto en comercio de marfil de TRAFFIC.
Miembros del Gobierno chino, junto a observadores de embajadas en China, CITES, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la oficina en China de la UICN, y organizaciones no gubernamentales internacionales, incluidas WWF y TRAFFIC, asistieron a la ceremonia de destrucción de marfil celebrada ayer.
Gabón, Filipinas y Estados Unidos han destruido recientemente reservas de marfil ilegal, mientras que Francia también ha declarado su intención de hacerlo.
En opinión de WWF y TRAFFIC, la transparencia en la destrucción de incautaciones de marfil ilegal debería suceder en el contexto de un sistema robusto de gestión de las reservas. Debería mantenerse una documentación rigurosa de todas las incautaciones de marfil, así como registrarse un inventario con todo lo que vaya a ser destruido. A través de auditorías independientes podría certificarse que la cantidad de marfil apuntada para ser destruida se corresponde con la que se destruye realmente, asegurando así que no vuelve al mercado negro.