Este informe, realizado por el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias, es uno de los cuatro estudios encargados por la Comisión Europea en respuesta a la petición del Consejo y del Parlamento para examinar los efectos del uso de los biocombustibles.
David Sánchez, responsable del área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra España declaró que "la política europea sobre los agrocombustibles es cada vez más insostenible, y de no revisarse agravará los procesos de desforestación y emisión de gases de efecto invernadero. Hay que acabar con este sinsentido y empezar a trabajar con soluciones reales que pongan fin al cambio climático".
El informe evalúa las implicaciones europeas para obtener un máximo de un 5,6% de los recursos energéticos empleados en el transporte de los agrocombustibles para 2020, concluyendo que por encima de esta cifra se aumentarán drásticamente las emisiones y los agrocombustibles terminarán volviéndose insostenibles.
La Unión Europea se ha marcado como objetivo que para el suministro del transporte terrestre se utilice un 10% procedente de fuentes renovables, del cual la mayoría procederían de los agrocombustibles. El estudio también señala que la amenaza de los cambios indirectos en el uso del suelo es real porque los cultivos destinados al suministro energético podrían expandirse a costa de los bosques. Así, el estudio demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero se dispararían a partir de un objetivo del 4,6%. La Comisión Europea debe hacer una propuesta a finales de 2010 sobre cómo hacer frente a estas emisiones adicionales.
David Sánchez insistió en que "estos resultados exigen una revisión urgente de la política europea sobre los agrocombustibles. Hay que acabar con el objetivo del 10%, que incluye a los agrocombustibles."