Al menos 12 personas murieron y más de 35.000 se vieron afectadas por la tormenta tropical "Halong", que alcanzó vientos de 95 kilómetros por hora, destrozando numerosas casas e inundando grandes hectáreas de arrozales, principalmente en la región noroeste de Luzon y que en los próximos días podría llegar hasta el sur de Japón, según informó el Consejo Nacional de Coordinación de Desastres (NDCC, por sus siglas en inglés).
La mayoría de las víctimas quedaron atrapadas entre los árboles o escombros derrumbados, aunque en otros casos murieron por el impacto de objetos arrastrados por el fuerte viento. Según el NDCC las provincias más afectadas serían las de Pangasinan, La Union y Zambales.
Miles de personas se encuentran incomunicadas a causa de las inundaciones y los desplazamientos de tierra y otras muchas áreas continúan sin electricidad ya que el viento también ha volcado los postes de luz. " Nos llevará un mes la restauración del cien por cien de la energía en mi provincia", señaló el gobernador de Pangasinan, Amado Espino.
Espino explicó que cultivos de verduras o arroz valorados en 3,7 millones de dólares han sido completamente destruidos por las inundaciones, al igual que montones de casas construidas con materiales demasiado blandos.
Tropas del Ejército malasio se han desplazado a la provincia de Zambales para evacuar a cientos de personas que viven en pueblos costeros bajo la amenaza de olas enormes que ya han barrido decenas de hogares.
En 2006, 1.200 personas murieron, cientos de ellas arrastradas hacia el mar, por las inundaciones que azotaron la ciudad este de Legaspi.