Doce organizaciones internacionales presentaron este martes una alianza para fortalecer los servicios meteorológicos e hidrológicos de los países en desarrollo con el objetivo de que para 2030 sus capacidades de información sobre el clima estén a la altura de las de las naciones más avanzadas en ese terreno.
Liderada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Alliance for Hydromet Development se lanzó en el marco de la vigesimoquinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP25, que se celebra en Madrid.
Los integrantes de la iniciativa se comprometieron a trabajar para que los países en desarrollo tengan servicios de previsión meteorológica, hidrológica y climática de calidad, así como servicios confiables de alerta temprana que permitan salvar la vida, propiedades y medios de subsistencia de las comunidades y países más vulnerables.
Esta alianza ayudaría a aumentar la resiliencia y la adaptación al cambio climático, además de contribuir a la mitigación del fenómeno. Al presentar la iniciativa, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, dijo que la acción contra el cambio climático “requiere que los países estén equipados con los servicios de información y alerta más confiables que existan”.
“Muchos países en desarrollo afrontan limitaciones para proveer estos servicios a la población. La alianza es el vehículo para impulsar nuestro apoyo a los más vulnerables”, apuntó.
Costos sin precedentes
El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Tijjani Muhammad-Bande, participó en la apertura del segmento de alto nivel de la COP25, donde expresó preocupación por la tendencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, que apuntan a un mayor calentamiento del planeta y eventos meteorológicos extremos.
“Los desastres climáticos recurrentes se han hecho globales y no tienen fronteras. Ya tienen costos humanos y socioeconómicos sin precedentes. Los avances en materia de reducción de la pobreza mundial están amenazados”, advirtió.
Muhammad-Bande se refirió a la degradación de la tierra, la pérdida de bosques, ecosistemas y biodiversidad, la contaminación y acidificación de los océanos y destrucción de hábitats costeros.
La alianza hace una llamada a la acción
“La ciencia es inequívoca en cuanto a la urgencia a actuar a nivel nacional y mundial”, recalcó.
Recordó que existen soluciones si se toman medidas prontas y firmes. “Cualquier retraso tendrá un alto costo para todos y en todas partes”, advirtió, recordando que en los últimos cinco años las pérdidas económicas por condiciones climáticas extremas provocaron pérdidas por 572.000 millones de dólares.
“Debemos emprender una acción colectiva ahora. Tenemos que asociarnos con los líderes de las ciudades y con las autoridades locales, con las empresas, las ONG, las comunidades indígenas y la sociedad civil para actuar a todos los niveles”, enfatizó. En este sentido, instó a invertir en sistemas de resiliencia y adaptación, especialmente en los países y comunidades más vulnerables.
“Las medidas de reducción de riesgos pueden salvaguardar a 280 millones de personas que se encuentran en riesgo de desplazamiento debido al aumento del nivel del mar. Están en nuestras manos hundirnos con este barco o cambiar su rumbo inmediatamente. Es el momento de actuar”, concluyó el presidente de la Asamblea General.
Fuente: ONU,
Artículo de referencia: https://news.un.org/es/story/2019/12/1466461,