En el Acuerdo de Copenhague los países de la Unión Europea se comprometieron a realizar aportaciones en materia de financiación inmediata, "fast start", para el período 2010 – 2012 por valor de 7.200 millones de euros. España se ha comprometido a aportar 125 millones de euros anuales (375 millones de euros en para todo el período), y parte de su contribución para el año 2010, en concreto 45 millones de euros se canalizarán a través del Fondo de Adaptación. El gobierno español pretende con esta acción animar a otros países para que también aporten recursos a esta insitución.
El Fondo de Adaptación, creado durante la séptima Conferencia de las Partes, se nutre de los recursos financieros que provienen de aplicar una tasa del 2% a las transacciones que se realizan de las Reducciones Certificadas de Emisión (RCEs) en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio, pero está también abierto a recibir otro tipo de contribuciones voluntarias. La institución financia programas y proyectos relacionados con la adaptación, a la vez que contribuye al desarrollo sostenible y a conseguir los objetivos de Desarrollo del Milenio.