Aumenta el insomnio por culpa del cambio climático
¿A quién no le pasó que, por el calor de una noche de verano, duerme poco, con las sábanas pegadas en un húmedo abrazo y, al final, se empieza el día de mal humor, con sueño y con la cabeza como si fuera a explotar?
Todo el mundo ha pasado por esto. También le ha sucedido a Nick Obradovich, investigador del Centro Belfer de Ciencias y Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y del MIT. Fue una noche de 2015, que durmió mal por una ola de calor, y en las clásicas conversaciones de oficina, comprobó que sus compañeros también habían pasado una noche para olvidar.
Consecuencias dramáticas
Por cada jornada en que la temperatura sube un grado por encima de lo normal, habrá tres noches más en que se dormirá mal. Por ello, en 2050 habrá seis noches de insomnio más que en la actualidad. Y para el 2099, se sufrirán 14 jornadas pegajosas y en vela al año.
“Si se duerme mal por una ola de calor, ¿qué efectos tendría el cambio climático?”, se preguntó. Y encaró un estudio, publicado en Science Advances, que determina que para el 2050 se multiplicarán las noches de insomnio por el calor.
Por cada jornada en que la temperatura sube un grado por encima de lo normal, habrá tres noches más en que se dormirá mal. Para llegar a este conclusión, Obradovich y otros científicos analizaron las encuestas realizadas a 765.000 norteamericanos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades entre 2002 y 2011, y lo cruzaron con los datos meteorológicos de las ciudades de los encuestados. Aunque parezca una obviedad, nadie se había preocupado en detectar científicamente que las noches más calurosas son las que más problemas se presentan para dormir.
Por ello, Obradovich concluye para el 2050, en que se calcula que la temperatura global subirá un grado de promedio, habrá seis noches de insomnio más que en la actualidad. Y para el 2099, se sufrirán 14 jornadas pegajosas y en vela al año.