Los historiadores han determinado cambios en la temperatura o las precipitaciones que se encuentran ligados con la caída del Imperio Romano y en las guerras ocurridas durante el siglo XVII. Yendo más allá, economistas de la Universidades de Berkeley y Stanford, han argumentado que existe una relación empírica entre las guerras y el cambio climático a través de los más de 10.000 años de historia humana.
En este sentido, reconocidos científicos y políticos han apoyado la idea de que el calentamiento global ayudó a empujar a Siria a una guerra civil.
“El cambio climático no causó los conflictos que vemos en todo el mundo”, dijo Barack Obama en 2015, pero “la sequía y las malas cosechas y los altos precios de los alimentos ayudaron a que surgieran los primeros disturbios en Siria” y al año siguiente, Bernie Sanders declaraba que “el cambio climático está directamente relacionado con el crecimiento del terrorismo”.
La comunidad de inteligencia de EE.UU. está en desacuerdo con la Casa Blanca sobre las amenazas que enfrenta Estados Unidos por el cambio climático.
Guerras y cambio climático
Las agencias de inteligencia de la nación están advirtiendo, en la evaluación anual de amenazas a nivel mundial, sobre la inestabilidad global si el cambio climático continúa sin interrupción, de acuerdo con un informe presentado ante el Comité Selecto de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos.
“Los impactos de las tendencias a largo plazo hacia un clima más cálido, más contaminación del aire, pérdida de biodiversidad y escasez de agua probablemente alimentarán el descontento económico y social, y posiblemente agitación, durante este año”, dice el informe.
El informe de inteligencia describe cómo las temperaturas más cálidas exacerbarán los desastres, la guerra, la escasez, la volatilidad económica y la migración.
Citando investigaciones que muestran que las actividades humanas han acelerado las extinciones en todo el mundo de 100 a 1000 veces las tasas normales, los analistas escriben que las pérdidas “pondrán en peligro ecosistemas vitales que soportan sistemas humanos críticos”.
Dos documentos de política recientes del Departamento de Defensa no transmitieron tales alarmas sobre el calentamiento global, colocando a los militares nominalmente en línea con las medidas del presidente y revirtiendo una posición adoptada por Pentágono bajo la presidencia de George W. Bush en 2008.
El mundo se ha calentado casi un grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit) en el último siglo, impulsado por las emisiones industriales de gases de efecto invernadero, de acuerdo con la última Evaluación Climática Nacional de Estados Unidos.
Para el Pentágono, el impacto del calentamiento global sería inmediato y significativo. Según un informe de la Unión de Científicos Preocupados, un aumento de tres pies en el nivel del mar amenazará a más de 128 bases militares estadounidenses, lo que las hace totalmente inoperables.
Fuente: Diario Ecología,