Este estudio reúne datos sobre 38 países procedentes de informes elaborados por asociaciones de energía, bancos, inversores y analistas de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Mientras que Dinamarca es el país que gana la mayor proporción de sus ingresos nacionales con la producción de molinos de viento y otras tecnologías limpias, ningún país se equipara a China en cuanto al crecimiento del sector de las tecnologías limpias. La producción de tecnología verde ha crecido un 77% anualmente.
Siguiendo a China y Dinamarca, los otros países que componen el top 5 de productores de energía limpia en términos de PIB son Alemania, Brasil y Lituania.
“Cuando hablas con líderes chinos, el cambio climático no es una cuestión ideológica. Es un hecho vital. Mientras que en otros países se debate sobre el cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono, el debate ya está superado en China", según Ward van den Berg, asociado de Roland Berger responsable del estudio. "Para ellos, se trata de implementarlo. Es un sector de crecimiento, y quieren hacerse con él”.
Dinamarca, que durante mucho tiempo ha sido líder en energía eólica, deriva un 3,1% de su PIB nacional de las tecnologías de energías renovables y eficientes, casi 9.400 millones de dólares, según el informe de Roland Berger Strategy Consultants.
El informe mide las ganancias de la producción de renovables como los biocombustibles, las turbinas eólicas y los equipos térmicos, así como tecnología energéticamente eficiente como aislantes e iluminación de bajo consumo.
Realmente, las tecnologías limpias crecen rápido, pero China es la principal responsable de buena parte de ese crecimiento, afirmó Christoph Beseler.
Hasta hace poco, la producción masiva de células fotovoltaicas de China estaba dirigida a la exportación, pero ahora también se fabrican sistemas solares para uso en el mercado chino, tal y como han hecho con la energía eólica durante años.