"La emisión de gases de efecto invernadero sigue en descenso gracias a la crisis, a las energías renovables y a la eficacia de las políticas empleadas", ha explicado Luis M. Jiménez, director ejecutivo del Observatorio de Sostenibilidad en España (OSE), durante la presentación del informe anual Sostenibilidad en España 2010.
El documento, que mide más de 100 indicadores económicos, sociales o ambientales registrados en 2009, revela que España se acerca a los objetivos exigidos por el Protocolo de Kioto en la reducción de este tipo de gases. "Nos situamos en un entorno próximo al 120% (respecto a 1990), con lo que el compromiso de cumplimiento de Kioto (115%) ahora está mucho más cerca", ha asegurado Jiménez.
Pero, según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF/Adena, no es una buena idea que la crisis haya ayudado a conseguir estos resultados positivos. "Seguimos en la senda de la insostenibilidad y la sociedad española vive por encima de sus posibilidades", ha advertido del Olmo, quien ha añadido que "tenemos que averiguar cómo pasamos de estos avances provocados por la crisis a unos avances estructurados".
Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) ha puntualizado que "no todo ha sido forzado" por la época de coyuntura económica. "Debemos tomar en consideración el esfuerzo colectivo", ha recalcado.
Ante el cambio de modelo productivo planteado en el trabajo por el OSE y los demás agentes sociales reunidos en la presentación, Ribera ha subrayado que "Europa tiene un papel clave que desempeñar y España debe formar parte de ese liderazgo".
Economía verde - empleo verde
El informe revela que el "empleo verde" resulta clave para lograr la sostenibilidad. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la química verde, la agricultura ecológica o el coche verde son sólo algunos de los campos donde trabajan estos profesionales. En la actualidad, son medio millón de personas.
Aunque las TIC dinamizan este mercado, "no son energías limpias ya que suponen un 2% de gases de efecto invernadero", ha recalcado el director ejecutivo del OSE. Una asignatura pendiente para la sociedad es evitar la proliferación de brechas digitales.
La desigualdad territorial también es contemplada en el documento, que estima un incremento de la población española en 2020 del 10%. Como consecuencia de este aumento, desde la OSE recomiendan vigilar el sistema de protección social y las necesidades de los enfermos dependientes, "que aún no han sido satisfechas por el sistema".
Optimismo en recursos naturales y energía
Según el informe, la calidad del agua mejora respecto a años anteriores aunque "los precios no reflejan los costes ambientales", según Jiménez. Los residuos y la calidad del aire también presentan cifras positivas, aunque en algunas ciudades "persisten niveles contaminantes". Para luchar contra esta contaminación el trabajo plantea regular el uso del vehículo privado.
La crisis provoca también que haya disminuido el consumo y la intensidad energética. "Aunque el camino es bueno, estamos alejados de la media europea", ha matizado el experto.
Con una dependencia externa del 77%, España ha conseguido disminuir esta cifra un 3% respecto al 2008, en un escenario donde las energías renovables cada vez cobran más protagonismo y el país es exportador de energía eléctrica.
Usos insostenibles del suelo
El informe alerta sobre la "artificialización" del suelo, que entre 2000 y 2006 fue de 3,37 hectáreas por hora, lo que equivale a una creación de "3,37 campos de fútbol a la hora". El suelo destinado a desarrollo urbano, además, casi duplica el de la ciudad existente, según el planteamiento urbanístico actual.
La situación se agrava en el litoral. "Estamos pendientes de una buena gestión de la sostenibilidad de las costas", ha explicado Jiménez. A su juicio, la planificación de ordenación territorial "sigue siendo insuficiente".
Para luchar contra esta tendencia, el OSE propone apostar por la rehabilitación de barrios y edificios. A pesar de la crisis, los precios de la vivienda no están ajustados, con resistencias a la baja.
"La coyuntura puede ser una oportunidad para impulsar el cambio de modelo productivo", ha concluido el director ejecutivo del OSE, que aboga por un cambio basado en el menor consumo de carbono, energía y materiales.