¿Cuáles son los efectos negativos más destacados del cambio climático en Europa?
El cambio climático afecta a prácticamente todos los rincones del planeta pero, en Europa, los efectos negativos más destacados corresponden y seguirán correspondiendo durante las próximas décadas a las regiones del sur y sureste, el área mediterránea y las zonas costeras. Es decir, nuestro país se encuentra en la primera fila de los perjudicados por el cambio climático en el continente europeo. Así lo indica el informe Cambio climático, impactos y vulnerabilidad en Europa 2016 (disponible en inglés) presentado el 25 de enero por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).
Este documento de 420 páginas resume los datos de cientos de estudios realizados durante los últimos años sobre los diversos efectos que está teniendo y tendrá el cambio climático en toda Europa. Los pronósticos para el futuro inmediato son muy pesimistas si no se consigue una rápida reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los cambios observados en el clima ya están teniendo una considerable repercusión en los ecosistemas, la economía y la salud humana y el bienestar en Europa, destaca el resumen ejecutivo del nuevo informe de la AEMA. “Se siguen registrando nuevos récords en materia de temperaturas mundiales y europeas, de altura del nivel del mar y de reducción del hielo marino en el Ártico. Las pautas de precipitación están cambiando, volviéndose más húmedas las regiones europeas que ya lo son y más áridas las secas. El volumen de los glaciares y la cobertura de nieve están disminuyendo. Al mismo tiempo, los fenómenos extremos relacionados con el clima, como las olas de calor, las precipitaciones intensas y las sequías, se producen con cada vez más frecuencia e intensidad en numerosas regiones. La mejora de las proyecciones climáticas aporta pruebas adicionales de que los fenómenos extremos relacionados con el clima aumentarán en muchas regiones europeas”, indica el documento publicado esta semana.
Puntos críticos del cambio climático
Todas las regiones europeas son vulnerables al cambio climático, aunque algunas de ellas experimentarán más repercusiones negativas que otras. Según los pronósticos, el sur y sudeste de Europa serán puntos críticos del cambio climático, ya que está previsto que padezcan el mayor número de impactos adversos. Estas regiones están experimentando ya un acusado aumento de las temperaturas máximas y una consiguiente disminución de las precipitaciones y del caudal de los ríos, lo que supone asimismo un incremento del riesgo de sequías más intensas, una pérdida de rendimiento de los cultivos, una pérdida de biodiversidad y un aumento de los incendios forestales. Está previsto que las olas de calor más frecuentes y los cambios en la distribución de enfermedades infecciosas sensibles al cambio climático se traduzcan en un aumento de los riesgos para la salud y el bienestar humanos.
Las zonas costeras y las llanuras de inundación de Europa occidental también se consideran puntos críticos, ya que se exponen a un mayor riesgo de inundaciones derivado del aumento del nivel del mar y a un posible aumento de los fenómenos tormentosos. El cambio climático también está dando lugar a cambios importantes en los ecosistemas marinos, como resultado de la acidificación de los océanos, el calentamiento y la proliferación de «zonas muertas» carentes de oxígeno.
Asimismo, los ecosistemas y las actividades humanas en el Ártico se verán fuertemente afectados por el aumento particularmente rápido de las temperaturas del aire y del mar y el derretimiento consiguiente del hielo terrestre y marino. Aunque ciertas regiones también podrían experimentar repercusiones positivas, como la mejora de las condiciones para la agricultura en ciertas zonas de Europa septentrional, la mayoría de regiones y sectores se verá afectada negativamente.