El objetivo de este día, celebrado por primera vez en 1970 en Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa Occidental, es el desarrollo de una conciencia medioambiental en todo el mundo.
De un hombre en las Maldivas preocupado por trasladar a su familia ya que el nivel del mar aumenta, a un oso polar en el derretimiento del ártico, el cambio climático tiene muchas caras. Para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, se han recogido en todo el mundo imágenes de personas, animales y lugares directamente afectados o amenazados por el cambio climático, así como imágenes de personas esforzándose para hacer algo al respecto.
La Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos. Por ejemplo, en Bolivia la llaman "Pacha Mama" y nuestros ancestros en Nicaragua se referían a ella como "Tonantzin".
La proclamación del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra supone el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. También supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde, como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Reconociendo que la Madre Tierra refleja la interdependencia que existe entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos, la Asamblea General declaró el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra para destacar la necesidad de ayudar a mejorar las vidas de los niños y los adultos que sufren del desorden para que puedan llevar una vida plena y significativa.