El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) ha presentado el informe "Evaluación del impacto del cambio climático en los recursos hídricos en régimen natural", trabajo encargado al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX).
El documento ha sido presentado por la directora general del Agua, Marta Moren, la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Alicia Montalvo, y el director del Centro de Estudios Hidrológicos del CEDEX, Federico Estrada.
Este informe forma parte de un conjunto de estudios que se están realizando en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático con el objetivo de conocer los impactos y la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático en España de los distintos sectores potencialmente más afectados (gestión del agua, agricultura, biodiversidad, zonas costeras, salud y turismo) con el fin de establecer un diagnóstico y la definición de las medidas más efectivas de gestión y planificación para la adaptación.
En el estudio se han empleado un conjunto de seis escenarios climáticos regionalizados que representan la variabilidad del conjunto de escenarios puestos a disposición por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y que fueron presentados en 2008.
La información generada por el Informe de CEDEX aporta elementos relevantes para la planificación hidrológica en España y permite progresar en la integración de la adaptación al cambio climático en la planificación y gestión de los recursos hídricos.
Disminución de las precipitaciones
La mayor relevancia de los resultados radica en la consistencia en términos de tendencias del conjunto de resultados obtenidos bajos los diferentes escenarios. Estas tendencias apuntan a una disminución de precipitación y de escorrentía que se irá haciendo más intensa a medida que transcurre el siglo XXI, por lo que se reduciría las disponibilidades de agua.
En la distribución geográfica de la disminución de la escorrentía media anual por Demarcaciones Hidrográficas se obtienen valores más acusados en las cuencas del sur peninsular y Canarias.
Se prevé un aumento de temperatura y por tanto, de evaporación y transpiración por las plantas. Sin embargo, el efecto de este aumento en el ciclo hidrológico es menor por concentrarse en verano durante el cual el suelo tiene un reducido contenido de agua.
Aunque la estimación de la recarga subterránea está sujeta a grandes incertidumbres, los valores medios estimados pronostican una disminución generalizada en España confirme se reduce la lluvia, siendo menos vulnerables las áreas silíceas que las calcáreas y detríticas.