Los expertos estiman que la actividad humana es la causa principal del calentamiento global en el mundo. Las olas de calor, la reducción del hielo en la Antártida y la concentración de gases de efecto invernadero lo corroboran.
La contaminación, nuestra contaminación
El efecto invernadero, promovido por las actividades humanas que transmiten gases nocivos a la atmósfera, funciona como motor del cambio climático. Desde el comienzo de la Revolución Industrial, los niveles de dióxido de carbono han aumentado casi un 40%. A pesar de las variaciones estacionales, se observa una tendencia ascendente en cuanto a la concentración de gases de efecto invernadero. En abril, el Observatorio Atmosférico situado en la montaña tinerfeña de Izaña, en España, registró un récord de concentración de dióxido de carbono de cerca de 414 partículas por millón.
Suben las temperaturas
En India, se prevén fuertes tormentas. A pesar de que estas son habituales en la temporada previa a los monzones, su intensidad asemeja excepcional. Durante 2018, 108 personas han fallecido y cerca de 300 han resultado heridas debido a los rayos y las tormentas que azotaron las localidades de Rajastán y Uttar Pradesh a principio de mayo. Estas tormentas son el resultado de la intensidad de los vientos y la subida de las temperaturas, que sobrepasan los 40° en algunas zonas del país, alcanzando máximos superan lo habitual.
En Pakistán, se estima que treinta localidades han sobrepasado los máximos mensuales. El país ha registrado temperaturas de hasta 50° durante olas de calor que han afectado a zonas altamente pobladas, como la provincia de Sindh. Aunque no se espera que este abril sea el más caluroso a nivel global, otros países también han registrado récords mensuales en sus temperaturas máximas. Este es el caso de Alemania, donde la media de 12,4°C se encuentra 4°C por encima de la línea de referencia de 1981-2010. África Oriental y el Cuerno de África también ha sufrido intensas lluvias e inundaciones, y algunas partes de Oriente Medio y Asia se han visto afectadas por fuertes tormentas de arena y polvo.
La Antártida se derrite
La región comprende una sinuosa y seca superficie helada de 14 millones de km2. La temperatura media anual es desde -10 °C en la costa hasta -60°C en las partes altas del interior. Su manto de hielo contiene el 90% del agua fresca del mundo, suficiente como para elevar el nivel del mar cerca de sesenta metros al derretirse. Según los expertos, la Antártida se encuentra entre las que más rápido se calientan del planeta, con una temperatura que ha ascendido 3 °C en los últimos cincuenta años, provocando la reducción de los glaciares y, por lo tanto, de algunos de los principales depósitos de agua natural.
Un comité de la Organización Meteorológica Mundial ha establecido que la temperatura máxima se registró el 24 de marzo de 2015 en la base de investigación argentina de Esperanza, con 17,5 °C. Por su parte, la temperatura mínima se registró el 21 de julio de 1983 en la estación rusa de Vostok, con −89,2°C. Resulta posible, e incluso probable, que se hayan producido y se vayan a producir mayores temperaturas extremas en la región, dado que, en las evaluaciones de la Organización, se identifican solo los que permite un estudio minucioso sobre el terreno.