Elefantes marinos monitorizados
Las aguas profundas del océano Antártico transportan calor, oxígeno y dióxido de carbono desde la superficie hasta las profundidades del océano. Este es el modo a través del cual el CO2 antropogénico se elimina en parte de la atmósfera.
Sin embargo, debido al cambio climático, el deshielo estacional de las plataformas flotantes de hiel de la bahía de Prydz, al este de la Antártida, y la consecuente entrada de agua dulce en las corrientes está perjudicando la formación de las densas aguas profundas, de vital importancia para el sistema climático de la Tierra.
“En las regiones en las que se forman las densas aguas del fondo del océano es más difícil aumentar los valores de salinidad en el agua durante la formación de hielo marino si se añade agua más dulce”, explica a Sinc Laura Herriaz-Borreguero, investigadora en el Centro para el Hielo y el Clima del Niels Bohr Institute de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
El equipo de científicos, liderado por Guy Williams de la Universidad de Tasmania, sugiere en la revista Nature Communications que el aumento de la fusión con el agua dulce podría reducir notablemente la formación del agua profunda del océano Antártico. Para llegar a esta conclusión, los investigadores contaron con la ayuda de elefantes marinos del sur (Mirounga leonina). “Los mamíferos llegan allí donde y cuando no lo pueden hacer los humanos”, explican los científicos.
“Los elefantes marinos del sur proporcionaron los datos en espacio y tiempo de las propiedades del mar en la bahía de Prydz, imposibles de obtener por los buques. Los animales pueden alcanzar lugares donde los barcos de investigación no pueden llegar debido al grueso hielo marino en invierno”, recalca la científica española.