Un estudio liderado por el Instituto de Geodesia de la Universidad de Tecnología de Graz (Austria) y otras instituciones europeas, publicado en la revista Geophysical Research Letters, muestra que Europa lleva sufriendo de manera continuada una grave y persistente sequía.
La sequía se define como un periodo prolongado de tiempo en los que una determinada región o territorio no recibe la cantidad suficiente de agua para suministrar las necesidades de la fauna y flora, incluyéndonos a nosotros, los seres humanos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta del desafío que supone la sequía para nuestros estilos de vida, ya que afecta tanto a las economías como a los ecosistemas. Ocasionada por los efectos del cambio climático, provocó que la Tierra fuera más seca de lo normal en el año 2021 y que esa tendencia siga «in crescendo».
¿Cuál es el estado actual de los niveles de aguas subterráneas en Europa?
Únicamente el 1% del agua dulce disponible que existe en la Tierra se puede observar en la superficie. Esto se debe a que dos tercios de agua dulce se encuentra en estado de congelación en los diferentes casquetes polares y glaciares de la Tierra, donde casi un tercio de dicha agua dulce es agua subterránea.
Los análisis de datos realizados por Torsten Mayer-Gürr y Andreas Kvas, investigadores del Instituto de Geodesia de la Universidad Tecnológica de Graz, muestran que los niveles de aguas subterráneas se están reduciendo progresivamente en Europa. Concretamente, en dicho estudio precisan que llevan siendo bajos de manera sistemática desde el año 2018, sufriendo una grave escasez de agua en el territorio de Europa Central durante los meses de verano de los años 2018 y 2019.
Este estudio forma parte del proyecto de la Unión Europea (UE) Global Gravity-based Groundwater Product (G3P), donde utilizaron la gravimetría por satélite para documentar los cambios que se han producido en las aguas subterráneas durante los últimos años.
Torsten Mayer-Gür, investigador del Instituto de Geodesia de la Universidad de Tecnología de Graz, comenta que la Universidad puede facilitar un mapa gravitacional de la Tierra de manera mensual:
Efectos de una prolongada sequía en Europa
Desde el verano del año pasado, los efectos de esta continua sequía se observan con mayor frecuencia, mostrando aguas estancadas que se borraban del mapa lentamente y cauces totalmente secos, además de los graves impactos que provocan sobre la agricultura -los suelos secos ocasionaron una gran cantidad de problemas-, los ecosistemas -donde se destaca las numerosas especies acuáticas que perdieron su hábitat- y las personas.
Los resultados de esta cooperación demuestran que la situación de escasez de agua en Europa es muy elevada, puesto que el mapa gravitacional todavía no tiene la capacidad de determinar con exactitud toda la cantidad de agua subterránea que existe en la Tierra. Esto se debe como consecuencia de que los satélites solo muestran los cambios de masa y no diferencian entre aguas subterráneas, lagos y océanos.
Torsten Mayer-Gürr afirma en un comunicado la necesidad de documentar con datos esta sequía prolongada, además de hacer hincapié también en la necesidad de disponer de misiones continuas de satélites en el espacio:
En la siguiente tabla, estructurada por países, les mostramos las entidades que colaboran en el proyecto de la Unión Europea (UE) Global Gravity-based Groundwater Product (G3P):
Países | Entidades |
Alemania | Geo Forschungs Zentrum en Potsdam |
Austria | Centro de Datos de Observación de la Tierra, Universidad Tecnológica de Graz, Universidad Tecnológica de Viena |
España | FutureWater |
Finlandia | Instituto Meteorológico Finlandés |
Francia | Collection Localisation Satellites, Laboratoire d’Etudes en Géophysique et Océanographie Spatiales LEGOS, Magellium |
Países Bajos | Centro Internacional de Evaluación de Recursos de Aguas Subterráneas |
Suiza | Universidad de Berna, Universidad de Zúrich |
Fuentes: Redacción Ambientum, Agencia SINC, EUROPA PRESS