Grave peligro de extinción de los abetos mediterráneos
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que uno de los momentos mágicos de la Navidad era acudir a la Plaza Mayor de la ciudad, a un mercado navideño o incluso a un invernadero, cargar el coche con un lustroso abeto, plantarlo en medio del salón y dedicar toda una mañana a decorarlo con adornos que luego admirarían las visitas.
El problema llegaba después, por supuesto, cuando había que decidir qué hacer con aquel árbol. Eran otros tiempos. Ahora la tradición, mucho más ecológica y racional, es sustituir el abeto natural por un sucedáneo de plástico, cada vez más endeble, comprado a precio asequible en el “chino” de la esquina. Y lo que sobra, para el presupuesto de las fiestas.
Comprar un abeto natural para las navidades, siempre en un invernadero, es ya una rareza, y dentro de poco puede ni siquiera ser eso, por culpa del cambio climático.
Un equipo internacional de investigación liderado por científicos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO) y el Instituto Pirenaico de Ecología de Zaragoza (perteneciente al CSIC) ha comprobado que el incremento de las temperaturas y una mayor duración e intensidad de las sequías y las olas de calor extremas han puesto en serio riesgo de desaparición algunos bosques relictos de abetos, únicos de la región mediterránea y considerados amenazados o en peligro de extinción según la lista roja UICN.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores han desarrollado una nueva metodología de modelado y predicción de la vulnerabilidad de los bosques en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En él se refleja el análisis de treinta bosques en refugios climáticos de pinsapo (Abies pinsapo en España, Abies maroccana y Abies tazaotana en Marruecos), el abeto blanco (Abies alba España e Italia), el abeto silesia (Abies cilicica en Turquía, Líbano y Siria), el abeto griego (Abies cephalonica en Grecia y Balcanes) y el abeto del rey Borys (Abies borisii-regis en Balcanes).