Hallan un agujero gigante en la Antártida
Es la más grande que se ha detectado desde los años 70 en el mar de Weddell. Con unos ochenta mil kilómetros cuadrados, tiene la extensión aproximada de Panamá.
Pero su enorme tamaño no es lo más extraño de este enorme agujero en el hielo. Pese a que es habitual que se produzcan polinias en las regiones costeras del hielo, en el límite de las placas de hielo; esta en concreto se ha producido en el corazón de la misma, en una zona llamada banquisa, donde las placas de hielo se extienden más allá del continente.
Los científicos del el proyecto SOCCOM (Southern Ocean Carbon and Climate Observations and Modeling) se sorprendieron al descubrir que un flotador en el mar de Weddell había emergido dentro de la polinia. Las mediciones oceánicas se están analizando como parte de un estudio sobre las polinias del mar de Weddell. Con estas nuevas observaciones surge la posibilidad de que los secretos de este misterioso y enorme agujero puedan, al fin, ser revelados.
¿Cómo se forman las polinias?
En estudios recientes, investigadores afiliados a SOCCOM han usado modelos climáticos para explorar por qué se forman estas polinias y cómo afectan los patrones oceánicos y de circulación atmosférica. Sin embargo, la dificultad de montar expediciones antárticas en invierno implica que se hayan hecho pocas mediciones de estos eventos raros. Las polinias, por tanto, son frecuentes en las zonas costeras de las placas de hielo, pero, ¿cómo es posible que una zona continental helada se hunda para dar lugar a este enorme "boquete" en el hielo?
El proyecto SOCCOM posee una gama de flotadores de perfiles robóticos que pueden recolectar mediciones oceánicas durante todo el año, incluso debajo del hielo marino. Los científicos señalan que la enorme polinia se ha formado debido a aguas profundas del mar de Weddell, más cálidas y saladas que las aguas de la superficie; por tanto, corrientes marinas de convección habrían dado lugar a la destrucción del hielo.
Conforme el hielo va derritiéndose, más y más agua del mar está expuesta a la fría atmósfera, donde se enfría y se hunde. Al hacerlo, deja paso a las aguas de mayor temperatura, y el proceso se repite. Todo ello dificulta la formación de nuevas capas de hielo. Aún es pronto para afirmar que el cambio climático es el responsable de este fenómeno, no obstante es necesario estudiarlo en profundidad dado su carácter extraordinario.