La Organización Meteorológica Mundial (OMM), gracias a los datos del «ERA5» proporcionados por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), ha emitido un comunicado indicando que julio ha sido el mes más cálido jamás registrado en la historia de la Tierra.
Las tres primeras semanas de julio han batido varios récords de temperaturas a nivel mundial, relacionadas con varias olas de calor en gran parte de América del Norte, Asia y Europa. Como consecuencia de las temperaturas extremas, se han registrado graves incendios en países como Argelia, Canadá, Grecia e Italia, provocando decenas de muertos y un enorme impacto para las economías y el medio ambiente.
António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comunicó que la Tierra ha llegado al punto de «ebullición global»:
La dura realidad del cambio climático
Este nuevo récord histórico supone la culminación de un largo proceso de cambio climático que lleva experimentando la Tierra en las últimas décadas. Además de las olas de calor y los incendios sufridos durante el mes de julio, las temperaturas de los océanos han alcanzado temperaturas muy elevadas.
La temperatura del mar Mediterráneo ya ha alcanzado los 28 ºC en la costa de la Comunidad Valenciana, hecho que ha ocurrido antes que en los veranos anteriores. Los expertos consideran como muy preocupante que estas temperaturas sean tan elevadas, ya que afectan en gran medida al ecosistema marítimo. Las altas temperaturas del mar Mediterráneo están provocando la muerte masiva de animales, plantas, la llegada de especies invasoras y la migración de las especies autóctonas.
El fenómeno meteorológico «El Niño» también está relacionado con el aumento de las temperaturas que están sufriendo muchas regiones del planeta. Sus efectos, que comenzaron a mostrarse hace un mes en el Pacífico tropical por primera vez en siete años, provocarán temperaturas más extremas y olas de calor marinas, incrementando el calor tanto en la superficie terrestre como en los estanques.
El profesor Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, informó que ya estamos viviendo la dura realidad del cambio climático:
Las tres primeras semanas de julio fueron las más calurosas en la historia de la humanidad
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), en colaboración con el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), informan que la temperatura media registrada en julio fue de 16´95 °C, batiendo el récord anterior para un mes de 16´63 °C registrado en julio de 2019. Alertan que 21 de los primeros 23 días de julio fueron más calurosos que cualquier día anterior registrado en su base de datos.
Carlo Buontempo, Director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) en ECMWF, advierte sobre la tendencia de aumentos drásticos en las temperaturas globales:
La OMM examinó los datos provisionales de la Agencia Meteorológica de Japón, confirmando que la temperatura media global el día 6 de julio fue de 17´08 °C, superando el anterior récord de 16´8 °C registrado el 13 de agosto de 2016.
Las regiones de la Tierra que sufrieron las temperaturas más extremas durante el mes de julio fueron:
- 52´9 °C en China
- 48´2 °C en Cerdeña
- 39´6 °C en Argelia
Chris Hewitt, Director de Servicios Climáticos de la OMM, alerta del peligro que nos acecha si el mundo sigue calentándose a este ritmo:
¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?
La OMM predice que hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido jamás registrado y un 66% de probabilidades de superar temporalmente los 1´5 °C por encima del promedio de 1850-1900 durante al menos uno de los cinco años. Este hecho no significa que superaremos permanentemente el nivel de 1´5 °C especificado en el Acuerdo de París.
Bajo el Acuerdo de París, que lucha contra el cambio climático e impulsa una transición hacia una economía baja en emisiones, los países con más poder económico se comprometieron a destinar fondos millonarios a los países menos desarrollados para mitigar el cambio climático. Esta meta tenía que cumplirse en 2020, pero no se logró el objetivo marcado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Los líderes mundiales tienen la obligación de actuar rápidamente en las cumbres del G20 y la COP28 para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano a la atmósfera a la mayor brevedad posible para frenar el ritmos del calentamiento global. Las altas temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos que ha sufrido nuestro planeta nos acompañarán durante décadas.
Fuentes: Redacción Ambientum, EFE VERDE, OMM, ONU