La amenaza del cambio climático
Estas son algunas de las conclusiones del Tercer Informe Sobre Cambio Climático en Cataluña presentado ayer en Barcelona. El texto, (de 624 páginas) y elaborado por 141 expertos de universidades y centros de investigación, alerta de que el incremento de las temperaturas puede disparar las muertes por olas de calor anuales: de las 300 actuales, se pasaría a 2.500 en 2050 en Cataluña, siendo los ancianos y las personas con patologías crónicas previas, las personas de mayor riesgo.
Según el propio informe, en Cataluña la temperatura media ha aumentado en 1,55 grados desde 1950. Un escenario que empeorará para las próximas décadas, cuando se espera que suba al menos 1,4 grados más de aquí a 2050. A esto hay que sumar el aumento de la contaminación atmosférica, que se agravará con las altas temperaturas y que en la actualidad se estima que provoca 3.500 muertes prematuras por afectaciones cada año.
El coordinador científico del estudio, Javier Martín Vide, afirmó que todos los escenarios climáticos apuntan a un aumento de las temperaturas extremas, las olas de calor, las noches tropicales (por encima de los 20 grados) y que en los últimos años se empiezan a detectar noches en las que ya no se baja de 25ºC.
“Ya no es posible el negacionismo”, sostuvo el presidente del Institut d’Estudis Catalans (IEC), quien acusó a los defensores de que no existe el cambio climático de actuar de mala fe o por “intereses espurios”. Vide presentó el informe junto al consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, y el de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull.
Según Vide, el aumento generalizado de las temperaturas, el desplazamiento y cambios en la duración de las estaciones también tendrán consecuencias en los ataques de asma y alergias -actualmente entre un 20% y un 25% de la población sufre algún tipo de alergia-.
También del riesgo potencial de sufrir enfermedades tropicales como el dengue, la malaria o el chikungunya, que se sumarían a otras enfermedades transmitidas por el empeoramiento del agua, agravado por la sequía. Para 2100, según el propio informe, Cataluña puede disminuir hasta en un 13% sus recursos hídricos. Esto provocará que las sequías meteorológicas, hidrológicas y agrícolas serán más severas, factor que aumentará el peligro de incendios, que el estudio relaciona con el aumento de muertes por “problemas cardiopulmonares”.