Ante las perspectivas de condiciones climáticas sin precedentes que afectarán la seguridad alimentaria de millones de personas en las próximas décadas, la FAO ha advertido sobre la necesidad de proteger y reforzar la diversidad genética.
Un estudio publicado por esa agencia de la ONU sobre el papel de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura ante el cambio climático, afirma que serán necesarios cultivos, ganado, árboles forestales y organismos acuáticos capaces de sobrevivir y producir en un clima cambiante.
La publicación alerta que el tiempo no está de nuestra parte y que se requieren mayores esfuerzos para estudiar y utilizar la diversidad como mecanismo de supervivencia.
La directora general adjunta de la FAO, María Helena Semedo, sostuvo que en un mundo con temperaturas más elevadas y condiciones meteorológicas más variables y severas, las plantas y los animales destinados a la alimentación deberán tener la capacidad biológica para adaptarse rápidamente a esas condiciones.
El informe fue publicado en el marco de la reunión ordinaria bienal de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO que comenzó hoy en Roma.
En el encuentro se adoptarán las directrices para la integración de los recursos genéticos en los planes de adaptación al cambio climático.