Se instalará un segundo fotómetro en el Ártico y un primero en la Antártida que permitirán, como novedad, medir por vez primera los aerosoles durante la noche
El Ministerio de Economía y Competitividad, a través de la Dirección General de Investigación Científica y Técnica, ha aprobado un ambicioso proyecto, que desarrolla el Grupo de Óptica Atmosférica (GOA) de la Universidad de Valladolid, por valor de 260.000 euros, con objeto de ahondar en las investigaciones sobre los aerosoles de la atmósfera (partículas sólidas y líquidas), vinculados al cambio climático.
Se trata del proyecto de mayor cuantía concedido a la UVa en esta convocatoria y con él podrán, entre otras cuestiones, adquirir un segundo fotómetro solar en el Ártico (aparato que mide dichas partículas a su paso por la atmósfera) y uno en la Antártida que, como novedad, utilizan la última tecnología para poder hacer las mediciones durante la noche y en invierno y obtener con ello una información más precisa y detallada que antes no existía, sobre todo en estas zonas donde la luz solar escasea.
Las ayudas han sido un balón de oxígeno para dar continuidad a la línea de investigación iniciada en 1996 por el GOA, que lidera el investigador Ángel de Frutos, junto a Victoria Cachorro y Abel Calle, además de otros siete jóvenes investigadores.
La medición de los aerosoles en estas áreas es de gran interés al ser zonas de gran sensibilidad, de donde se obtienen datos que ayudan a entender los cambios que producen estas partículas cuando atraviesan la atmósfera y su repercusión en el cambio climático.
La investigación que el Grupo desarrolla gracias a estos fotómetros solares está integrada en la Red AERONET, a la que pertenece el grupo de la UVa, coordinada por la NASA con la colaboración de la Universidad de Lille (Francia). Los datos que obtiene el GOA son utilizados por la NASA y se puede acceder a ellos desde cualquier parte del mundo.
La estación de Svalvard en Noruega será el lugar de colocación del segundo fotómetro solar de la UVa en el Ártico, que completará al que ya se encuentra en la isla de Andenes, al norte de Noruega, al que se le incorporará la tecnología más avanzada para que, a partir de ahora, pueda realizar las mediciones con la luz de la Luna. El tercero se instalará en la base argentina de la Antártida, que permanece abierta permanentemente.
La red AERONET cuenta actualmente con cerca de 500 fotómetros en el mundo, 15 de los cuales son de la UVa, que son calibrados de forma estándar, una labor en la que se ha especializado el GOA, que se ha convertido en uno de los dos centros de calibración que existen en la red, homologado por la NASA, gracias al Proyecto Europeo ACTRIS. A la azotea de la Facultad de Ciencias llegan todas las semanas fotómetros de todo el mundo para ser calibrados, es decir ajustados, tras un año de trabajo continuado en su lugar de origen, a través de un fotómetro máster o fotómetro de referencia, con el que se compara para hacer esta calibración. El equipo del GOA dispone actualmente de cuatro fotómetros máster que son utilizados para este trabajo y que a su vez tienen que ser revisados continuamente y esta labor solo se puede hacer en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (AEMET), en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide, en Tenerife, ya que posee las características atmosféricas idóneas.
Estos aparatos, los fotómetros, que se crearon para mejorar la observación de satélites, se han especializado en la captación de las características de los aerosoles en la atmósfera. “Se ha estudiado mucho el comportamiento de otras variantes que afectan al cambio climático, pero aún no se conoce bien cómo estas partículas de la atmósfera afectan también a este cambio", explica Ángel de Frutos.
Una de las colaboraciones más destacadas que va a iniciar el grupo será con el Instituto Aeroespacial Alemán (DLR), uno de los más potentes de Europa, al que surtirán de datos de suelo que el GOA obtiene con estos fotómetros y que completan los que este instituto consigue a través de satélites.