Pese a que el planeta comienza a dar síntomas de agotamiento, los seres humanos cada día tomamos medidas más efectivas para salvar su biodiversidad y ayudar al medio ambiente. La toma de conciencia está obligando a gobiernos y empresas a tomar cartas en el asunto, una presión que ha beneficiado a la fauna y flora de ciertos países.
En general, tanto consumidores como pequeñas empresas podemos llevar a la práctica ciertas medidas encaminadas a conservar el planeta Tierra. Desde apostar por energía solar hasta reutilizar y reciclar los materiales que utilicemos, los ciudadanos debemos ser conscientes de la necesidad de actuar y no apostar únicamente por un papel pasivo en la lucha contra el cambio climático.
Medidas para luchar contra el cambio climático
Los seres humanos, empresas o consumidores, disponemos de una libertad de movimiento cuya práctica tiene impacto en políticas empresariales y gubernamentales. Ello significa que, aunque no seamos conscientes de ello, apostar por diversas medidas o conductas puede conducir a la implantación de políticas de conservación y mejora. Pero ¿cuáles son esas medidas?
1. Energías renovables
Pese a que todavía hay quien lo niega, las energías no renovables tienen los días contados. Los problemas de la guerra de Ucrania o la subida de precios son ejemplos de cómo la energía proveniente del gas o del petróleo se convierte en un recurso peligroso y escaso. Por ello, es imprescindible encontrar una alternativa.
Esta alternativa pasa por la energía proveniente de recursos naturales, inagotables y no contaminantes. En este sentido, en nuestro país la energía verde más demandada es aquella que utiliza la radiación solar, es decir, las placas solares. La razón es evidente, ya que España es uno de los países de la UE que recibe un mayor número de horas de sol al año (más de 2.500 horas anuales).
Además, la instalación de placas solares no solo se realiza en hogares, sino también en empresas, una medida que permite una producción sostenible y menos dependiente de energías no renovables.
2. Reutilizar
En el ciclo sostenible de reducir-reutilizar-reciclar, la reutilización tiene impacto en los otros dos componentes del ciclo (reciclar y reducir). En este sentido, los consumidores debemos tener presente el origen de los productos que utilizamos y demandamos a las empresas, comprendiendo que estos han sido fabricados con materias primas y personal laboral.
La reutilización es una medida encaminada a hacer uso de artículos que, o bien han sido utilizados por otras personas que ya no los necesitan, o han servido para otro fin y ahora son prácticos para otra función. Dentro de este concepto entrarían tanto la adquisición de maquinaria de segunda mano (por ejemplo, transportes o maquinaria específica para empresas), compraventa de ropa de otras temporadas o plataformas de artículos tecnológicos que ciertas empresas ponen a la venta por renovación.
3. Productos locales o nacionales
Por último, acciones como la importación de productos son sumamente perjudiciales para el planeta. Además de fomentar la localización de empresas en países donde los sueldos son más bajos, perjudica gravemente la salud financiera de los Estados en los que las condiciones de trabajo y los precios dignos están garantizados.
Así, la sostenibilidad también pasa por apostar por empresas lo más cercanas posibles, favoreciendo la consolidación de una economía circular, sostenible y próspera, y no dependiente de otros Estados o energías contaminantes.
Fuente: Redacción Ambientum