Recursos para una Europa resiliente al cambio climático
Europa necesita destinar importantes inversiones a la mitigación del cambio climático y la adaptación a este. Las estimaciones de las cantidades reales necesarias varían considerablemente y, en función del alcance, la escala o la metodología, pueden ascender a cientos de miles de millones de euros al año. Frente a la capacidad de financiación global del sistema financiero, estas necesidades de inversión son relativamente pequeñas. Sin embargo, a pesar de su gran capacidad, el sistema financiero solo satisface en la actualidad una parte de las inversiones necesarias.
Los principales retos para impulsar inversiones respetuosas con el clima, incluyen, entre otros, la superación de las barreras y las ataduras previas existentes en el sistema financiero que prolongan y promueven actividades insostenibles, y la reorientación de los fondos hacia iniciativas que potencien la resiliencia al cambio climático y reduzcan las emisiones de carbono. Para lograr unas medidas coherentes y eficaces sobre el terreno, hay que abordar las necesidades de inversión de manera sistemática en todos los ámbitos: europeo, nacional y local.
Las empresas tienen que divulgar de manera coherente y completa los riesgos del cambio climático como paso previo para la adopción de decisiones fundamentadas en materia de inversiones. Además de mejorar la transparencia sobre los riesgos del cambio climático, la planificación y el compromiso a largo plazo también enviarán señales claras a los inversores.
Unas señales políticas claras facilitarán las inversiones a largo plazo
El Acuerdo de París de 2015 estableció el objetivo global de "situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero". Este objetivo se confirmó en la Conferencia sobre cambio climático celebrada en Marrakech en 2016.
El paquete de energía limpia propuesto recientemente por la Comisión Europea confirma el compromiso de la UE con una transición hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono y resiliente al cambio climático. El paquete expone el objetivo de lograr una reducción mínima del 40 % en las emisiones de gases de efecto invernadero y propone objetivos mínimos del 30 % de eficiencia energética y del 27 % de energías renovables para el año 2030.
También se destacan el importante papel de las inversiones en la transición a la energía limpia y los beneficios económicos aparejados. Según la Comisión Europea, mediante la movilización de hasta 177 000 millones EUR de inversión pública y privada por año a partir de 2021, el paquete propuesto podría generar hasta un 1 % de incremento del PIB durante el próximo decenio y crear 900 000 nuevos puestos de trabajo.