Los jefes de estado tendrán que acudir a la Cumbre del Clima de la ONU de Lima con nuevos compromisos que coincidan con la evidencia científica del cambio climático y dejar de financiar los combustibles fósiles. De lo contrario, las consecuencias y efectos del cambio climático serán catastróficos.
“El cambio climático nos ha dado una clara elección: o un futuro donde los fenómenos climáticos destructivos, como el tifón Haiyan, se conviertan en la norma, o un mundo impulsado por energía limpia y renovable.
Los negociadores en Varsovia han sido incapaces de encaminarnos hacia un futuro mejor. Algunos gobiernos no han estado a la altura de dar una respuesta adecuada, en especial en los temas que afectan a las personas más vulnerables. El gobierno japonés dio marcha atrás en sus compromisos anteriores de reducir emisiones y el nuevo gobierno de Australia está eliminando su legislación climática, animado por el gobierno canadiense.
El tema de las emisiones de carbono provenientes de la pérdida de bosques será crucial para las negociaciones en Lima el año próximo. Los negociadores tienen una base sólida en este tema para construir a partir de los acuerdos alcanzados sobre este tema en Varsovia. Lo más importante es que dichas conversaciones tendrán que hacer frente a la financiación para luchar contra la pérdida de bosques.
Los negociadores en Varsovia deberían haber aprovechado esta reunión para dar un paso definitivo hacia la acción global sobre cambio climático. Esto no sucedió y pone en riesgo las negociaciones para alcanzar un acuerdo global sobre clima en 2015 en París. Repetir esta situación el año que viene en Lima sería desastroso, no sólo para el progreso de las negociaciones, sino en especial para la supervivencia de las comunidades vulnerables y para los ecosistemas mundiales de los que dependemos.
Las industrias más contaminantes proyectan una larga sombra sobre estas conversaciones y los gobiernos ponen sus intereses por delante de los de los ciudadanos. Esto tiene que cambiar, no hay manera de que podamos conseguir un acuerdo firme sobre cambio climático en 2015 hasta que los gobiernos no prioricen las preocupaciones de la gente por delante de los intereses de la industria de los combustibles fósiles.
Es inaceptable permitir que los intereses de los combustibles fósiles tengan tanta influencia en las negociaciones. Esta dinámica tiene que cambiar si los gobiernos quieren que sus ciudadanos confíen en que están haciendo todo lo posible en estas cumbres para abordar el cambio climático.
Para la COP20 en 2014 en Lima, es imprescindible contar con la voluntad política, y acudir allí con compromisos reales y un camino claro hacia un acuerdo sobre clima global y justo en París en 2015, donde se tiene que firmar el nuevo tratado mundial sobre cambio climático. Los jefes de estado tendrán que acudir a la Cumbre del Clima de la ONU de Lima con nuevos compromisos que coincidan con la evidencia científica del cambio climático.
Tasneem Essop , jefe de la delegación de WWF en la COP19, concluye:
"En Varsovia, WWF se unió a otras organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales y sindicatos para decir que decir: "Basta ya". "Tenemos el compromiso de movilizar a nuestros socios y simpatizantes para presionar a los gobiernos a tomar acciones y compromisos más concretos sobre el cambio climático. Esperamos construir una relación directa entre la "COP social" de Venezuela y las Cumbres del Clima de Perú y Francia.
Una vez finalizada COP19, los representantes de la sociedad civil nos unimos para para formular las siguientes peticiones a los presidentes de las próximas COPs, en Perú y Francia:
• Medidas concretas para incrementar la ambición delos objetivos anteriores a 2020 y lograr un acuerdo equitativo para 2015.
• El fin de todo el patrocinio de las Cumbres de la ONU sobre clima por empresas relacionadas con los combustibles fósiles.
• La garantía del derecho a la libertad de expresión y la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil en las negociaciones sobre clima.