Investigadores de la Universidad de California y la Universidad Estatal de Oregón, así como de la Universidad de Estocolmo, estudiaron durante seis años los movimientos de 63 ballenas azules en las aguas de California.
Concluyeron después del estudio de unos 2.800 movimientos que las ballenas azules, como muchos otros animales, incluidos los humanos, tienden a ser diestras. De este modo, cuando nadan en aguas profundas y oscuras, las ballenas azules hacen giros hacia la derecha para atravesar bancos de kril, el crustáceo del que se alimentan.
No obstante, cuando nadan a profundidades de entre 3 y 30 metros, con menor abundancia de kril, las ballenas giran hacia la izquierda para utilizar su visión con el ojo derecho, conectado al lado zurdo del cerebro, que controla las actividades rutinarias.
«Son los animales más grandes del planeta y alimentarse es una tarea extraordinariamente difícil que toma tiempo, así que poder optimizar el beneficio de cada oportunidad de comer es vital», apuntó en un comunicado Ari Friedlaender, investigador del Instituto de Mamíferos Marinos de la Universidad Estatal de Oregón.
«Creemos -añadió- que este movimiento hacia la izquierda es un mecanismo para lograrlo».
El investigador James Herbert-Read, de la Universidad de Estocolmo, destacó, por su parte, que se trata del primer ejemplo en el que «animales muestran diferentes comportamientos laterales dependiendo del contexto del cometido que están realizando».
Las ballenas azules miden unos 25 y 30 metros de largo, pueden pesar hasta 200 toneladas y se cree que hay entre 10.000 y 25.000 ejemplares en todo el planeta.
Fuente: EFE VERDE,