Una propuesta se ha realizado como parte de un estudio titulado «Impactos de los elementos orbitales de una estación de láser basado en el espacio en la eliminación de pequeños residuos espaciales», según publica la revista científica Optik. El estudio fue dirigido por Quan Wen, un investigador del Colegio de Información y Navegación de la Universidad de Ingeniería de la Fuerza Aérea de China, con la ayuda del Instituto de Ingeniería de Sistemas de Equipos Electrónicos del mismo país.
El equipo realizó simulaciones numéricas para ver si una estación orbital con un láser de impulsos de alta potencia podía hacer mella en los desechos orbitales.
En base a sus evaluaciones de la velocidad y las trayectorias de la basura espacial, descubrieron que un láser en órbita que tuviera la misma RAAN (Right Ascension of Ascending Node, uno de los seis elementos que definen la trayectoria de un objeto en órbita) que los desechos en sí sería efectivo para eliminarlos.
La RAAN define la fase angular relativa entre el plano orbital y el equinoccio vernal, que es el punto de intersección entre la trayectoria del Sol y el plano ecuatorial de la Tierra.
«Los resultados de la simulación muestran que la eliminación de escombros se ve afectada por la inclinación y la RAAN, y que la estación láser con la misma inclinación y la RAAN que los desechos tienen la mayor eficiencia de eliminación. Proporciona la base para la eliminación de desechos en el espacio y el uso de láseres basados en el espacio».
Los desastrosos efectos de un misil antisatélite
En 2007, China realizó una prueba de misiles antisatélite que dio como resultado la fragmentación del objetivo -un satélite meteorológico- en más de 3.000 restos peligrosos.
Este escombro fue el más grande jamás rastreado, y causó un daño significativo a un satélite ruso en 2013. Gran parte de estos restos permanecerá en órbita durante décadas, lo que representa una amenaza significativa para los satélites, la Estación Espacial Internacional y otros instrumentos en órbita, según informa Universe Today.
Posteriormente, el Departamento de Defensa de Estados Unidos sugiere que un lanzamiento espacial chino de mayo de 2013 probó una tecnología para contrarrestar o destruir satélites en órbita geoestacionaria. China calificó la misión de científica, pero la Fuerza Aérea de Estados Unidos dijo que la trayectoria del vehículo era incompatible con esa explicación.
Fuente: EcoAvant,