Estados Unidos ha confirmado el primer caso de un animal salvaje infectado con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19. Científicos de los Laboratorios Nacionales de Servicios Veterinarios (NVSL) del Departamento de Agricultura estatal han dado con un visón salvaje que vivía cerca de una granja también de visones en Utah y que dio positivo en la prueba PCR.
«Hasta donde sabemos, este es el primer animal salvaje confirmado con el nuevo coronavirus SARS-CoV-2», ha afirmado Thomas DeLiberto, subdirector del Centro Nacional de Investigación de la Fauna Silvestre, en Fort Collins (EE. UU.) y quien firma un comunicado difundido a través de redes sociales.
DeLiberto ha lanzado un mensaje tranquilizador afirmando que, a pesar del hallazgo, no se encontraron más casos positivos entre los animales salvajes muestreados.
Coronavirus
«Actualmente no hay evidencia de que el SARS-CoV-2 esté circulando o se haya establecido en poblaciones silvestres que rodean las granjas de visones infectadas», ha afirmado. «Se tomaron muestras de varios animales de diferentes especies de vida silvestre, pero todos los demás dieron negativo».
¿Qué consecuencias tendría que así fuera? «Que hubiera circulación del virus entre visones sería gravísimo», ha comentado para este periódico Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del laboratorio de coronavirus del CNB-CSIC. «Si este visón, que estaba cerca de la granja, pudiera infectar a otros animales silvestres, y permitir que el virus circulase entre ellos, podría haber unas consecuencias desastrosas».
«Mientras que una granja es un entorno controlado, donde puedes acabar con el virus eliminando a los animales, en el medio salvaje es más difícil vigilar la dispersión del patógeno», ha seguido Zúñiga.
El peligro de los saltos de hospedador
Pero el riesgo más importante es que al vivir y circular el virus en un hospedador diferente, «puede cambiar bastante», en palabras de la investigadora. Estos cambios implican que quizás tendría más fácil esquivar la inmunidad natural o escurrirse ante la defensa del sistema inmunitario activada por las vacunas.
«Además, por regla general —ha subrayado la investigadora— los virus son más virulentos cuando dan el salto entre hospedadores; por eso, puede ser un desastre si le damos la oportunidad de volver a vivir en animales y saltar al humano». En parte, sería algo así como volver atrás en el tiempo y enfrentarnos a un virus nuevo.
En opinión de Fernando González, Catedrático de Genética de la Universidad de Valencia e investigador en la Fundación para Fomento de Investigación Sanitaria y Biomédica (FISABIO), el mayor peligro de que el virus circule entre animales es que «las posibilidades de controlar la expansión del virus son mucho menores, puesto que no puedes vacunar a los animales silvestres».
Por tanto, la circulación del virus entre visones sería como una epidemia paralela que amenazaría con convertirse en una fuente de virus para los humanos.
Hasta ahora, solo se han registrado casos de infecciones de SARS-CoV-2 en felinos, incluyendo gatos y tigres de zoológicos. Afortunadamente, los estudios no han mostrado, «hasta el momento», tal como ha resaltado Zúñiga, que los animales transmitan el virus a otros animales o a humanos. No obstante, la posibilidad de que esto ocurra obliga a mantener una estrecha vigilancia.
Los visones, bajo vigilancia
Todavía se desconoce qué animal fue el hospedador intermedio entre murciélagos y humanos, en los comienzos de la pandemia, pero se ha averiguado que los visones son uno de los animales que más fácil se lo ponen al virus. Son susceptibles a la infección, padecen la enfermedad, contagian al humano y también a otros visones.
En noviembre, las autoridades de Dinamarca informaron de la detección de casi 400 contagios en humanos vinculados a visones de granjas peleteras y anunciaron que sacrificarían a 15 millones de estos animales, para evitar que las futuras vacunas no funcionen. También se han registrado brotes en granjas peleteras de Países Bajos y Estados Unidos.
Por ahora, en cuanto al visión salvaje hallado en Estados Unidos, los indicios no apuntan en la dirección de que haya habido circulación. De hecho, los análisis han mostrado que la secuencia del genoma viral «era indistinguible de las obtenidas de los visones de la granja». Esto sugiere que el virus que infectó al visón salvaje no llevaba mucho tiempo circulando fuera de la granja y que, probablemente, fueron los animales de la instalación los que le transmitieron el virus.
¿Cómo lo descubrieron? gracias a un programa de vigilancia de la vida silvestre cerca de las granjas de visones afectadas por brotes de coronavirus, específicamente en los estados de Utah, Michigan y Wisconsin. Allí se realizó una intensa campaña de control que duró entre el 24 de agosto y el 30 de octubre.
Fuente: Gonzalo López Sánchez / Patricia Biosca / ABC,
Artículo de referencia: https://www.abc.es/ciencia/abci-detectan-primer-caso-coronavirus-animal-silvestre-202012151218_noticia.html,