Encuentran en Canadá restos de roca con más de 4.000 millones de años de antigüedad
Se sabe muy poco sobre la composición de la corteza terrestre que cubría el planeta en su origen. La acción de la tectónica de placas y los efectos de la actividad geológica han hundido o modificado la apariencia de esa primera superficie, dando paso a elementos más recientes. Ahora, el hallazgo en el noreste de Canadá de restos de roca con más de 4.000 millones de años de antigüedad puede arrojar luz sobre las primeras etapas de la Tierra.
La investigación, firmada por Richard Carlson del Instituto Carnegie y Jonathan O´Neil de la Universidad de Ottawa, se publica en la edición de esta semana de Science. Los geólogos han analizado rocas graníticas, halladas en la Bahía de Hudson, cuya antigüedad se estima en 2.700 millones de años. A partir de estas muestras, utilizando un sistema de datación basado en variaciones de la composición isotópica de ciertos elementos, han podido determinar que las rocas provienen de la fusión de otras más antiguas y han establecido el origen de estas rocas madre en 4.200 millones de años.
Carlson y O´Neil también constataron que la composición de estas rocas más antiguas era similar a la del basalto, un tipo de roca ígnea volcánica rica en magnesio. El basalto es hoy uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre y se encuentra en la mayor parte de los fondos oceánicos, así como en volcanes. "Los restos podrán ayudarnos a determinar si la corteza era similar a los fondos marinos de hoy o más parecida a los continentes", afirma O´Neil.
En eras más recientes, el basalto sobrevive en la superficie terrestre menos de 200 millones de años ya que, transcurrido ese tiempo, los movimientos de las placas hacen que pase al interior. Sin embargo, la investigación sugiere que la corteza basáltica que existía poco después de la formación de la Tierra permaneció en el exterior al menos 1.500 millones de años.