Homo bodoensis vivió en África durante el Pleistoceno medio, hace alrededor de medio millón de años, y fue el antepasado directo de los humanos modernos. Su nombramiento busca aclarar el modo en que nos referimos a algunos de nuestros antepasados.
El Pleistoceno medio -ahora rebautizado como Chibaniano– se enmarca entre hace 774.000 y 129.000 años, y se trata de un periodo importante en la historia de la humanidad debido a que fue el testigo directo del surgimiento en África de nuestra propia especie, el Homo sapiens, y en Europa de nuestros parientes más cercanos, los neandertales, Homo neanderthalensis.
Sin embargo, la evolución humana durante esta época es una cuestión un tanto caótica y en parte poco conocida: un problema que los paleoantropólogos se refieren como “el lío en el medio”, y es por ello que el anuncio del nombramiento del nuevo Homo bodoensis espera aportar algo de claridad a este capítulo desconcertante, pero importante, de la evolución humana.
Homo bodoensis: los primeros pasos de un nuevo Homo
El nuevo nombre se basa en una reevaluación de fósiles existentes de África y Eurasia de este período de tiempo. Tradicionalmente, estos fósiles se han asignado de forma variable a Homo heidelbergensis o Homo rhodesiensis, los cuales cuentan con múltiples definiciones, a menudo contradictorias.
Así, «hablar sobre la evolución humana durante este período de tiempo se volvió en los últimos años imposible debido a la falta de una terminología adecuada que reconozca la variación geográfica humana», explica el paleoantropólogo de la Universidad de Winnipeg, el doctor Mirjana Roksandic, autor principal del estudio que bajo el título Resolving the “muddle in the middle”: The case for Homo bodoensis sp. nov. se publicaba la semana pasada en la revista especializada Evolutionary Anthropology.
«Recientemente, la evidencia de ADN ha demostrado que algunos fósiles en Europa llamados Homo heidelbergensis eran en realidad los primeros neandertales, lo que hace que el nombre sea redundante. Por la misma razón, el nombre debe abandonarse cuando se describe a humanos fósiles del este de Asia», añade Xiu-Jie Wu, investigador en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados, de la Universidad de Beijing, y coautor del estudio.
Además, para complicar aún más la narrativa, los fósiles africanos que datan de este período han sido nombrados en ocasiones como Homo heidelbergensis y Homo rhodesiensis indiferentemente, y de hecho este segundo, Homo rhodesiensis, está mal definido y el nombre nunca ha sido ampliamente aceptado.
Ancestro humano directo
El nombre «bodoensis» deriva de un cráneo encontrado en Bodo D’ar, Etiopía, y se entiende que la nueva especie es un ancestro humano directo.
Según la nueva clasificación, Homo bodoensis describirá a la mayoría de los humanos del Pleistoceno medio de África y algunos del sudeste de Europa, mientras que muchos de este último continente serán reclasificados como neandertales. Predrag Radović, investigador de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Belgrado y coautor del estudio, explica a este respecto que, «los términos deben ser claros en ciencia para facilitar la comunicación. No deben ser tratados como absolutos cuando contradicen el registro fósil».
«La introducción de Homo bodoensis tiene como objetivo cortar el nudo gordiano y permitirnos comunicarnos claramente sobre este importante período de la evolución humana”, añade otro de los investigadores implicados en el trabajo, el antropólogo de la Universidad de Hawái en Manoa, Christopher Bae.
Roksandic está de acuerdo con todos ellos, aunque expresa que, «nombrar una nueva especie es un gran problema, ya que la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica permite cambios de nombre solo bajo reglas muy estrictamente definidas». «El nuevo nombre de taxón sobrevivirá solo si otros investigadores lo usan», añade. «No obstante confiamos en que este se mantendrá durante mucho tiempo», concluye.
Fuente: National Geographic,
Artículo de referencia: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/homo-bodoensis-nuevo-ancestro-seres-humanos_17482,
