En contra de lo que se creía hasta ahora, un planeta gigantesco y en «órbita salvaje», no excluye la presencia de un mundo similar a la Tierra, ni tampoco la posibilidad de que en ese mundo se desarrolle la vida.
Además, las vistas desde esa «segunda Tierra» a medida que su gigantesco vecino pasara por delante serían algo totalmente distinto a todo lo que podemos ver en nuestro propio cielo nocturno, que parecería aburrido y triste en comparación.
Esas son, en resumen, las conclusiones de un estudio dirigido por Stepen Kane, profesor de Astrofísica Planetaria en la Universidad de California en Riverside. El trabajo se acaba de publicar en «The Astronomical Journal».
No se trata de una investigación simplemente teórica, sino que se llevó a cabo sobre un modelo real, con planetas de un sistema llamado HR 5183, a unos 103 años luz de distancia, en la constelación de Virgo. Allí, a principios de este mismo año, se descubrió un planeta gigante con una órbita muy alargada y excéntrica.
Los gigantes que nos protegen
Normalmente, los planetas orbitan a sus estrellas siguiendo trayectorias más o menos circulares, y los astrónomos creen que los grandes planetas con órbitas circulares estables, como Júpiter, nos protegen de otros objetos que, sin su presencia, se estrellarían contra los mundos interiores, como la Tierra. Pero eso parece ser cierto solo para un número limitado de sistemas solares.
En otros sistemas planetarios, sin embargo, a veces sucede que los planetas pasan demasiado cerca unos de otros, y eso hace que sus trayectorias se desvíen. Lo cual puede dar como resultado un planeta con una órbita elíptica o «excéntrica».
Y las teorías vigentes dicen que un planeta gigante con una órbita excéntrica es algo así como una bola de demolición para sus vecinos, a los que vuelve inestables, altera sus climas y reduce o elimina por completo las probabilidades de vida que pudiera haber en ellos.
Eso es precisamente lo que desmiente el actual trabajo, en el que los investigadores han calculado cómo sería de estable un planeta similar a la Tierra en el sistema HR 5183.
Expulsado del sistema solar
Junto a la astrónoma del Calltech Sarah Blunt, Kane calculó la atracción gravitacional que el planeta gigante ejercería sobre el análogo de la Tierra al orbitar su estrella.
«En nuestras simulaciones –explica Kane– el planeta gigante tuvo a menudo efectos catastróficos sobre el gemelo de la Tierra, incluso en muchos casos expulsándola fuera del sistema solar. Pero en ciertos lugares del sistema planetario, el efecto gravitacional del planeta gigante sería lo suficientemente pequeño como para permitir que el análogo de la Tierra permanezca en una órbita estable».
El equipo descubrió que esa segunda Tierra tendría las mejores probabilidades de permanecer estable si estaba dentro de la zona habitable de su estrella, es decir, la órbita que se encuentra a la distancia justa para permitir temperaturas, ni demasiado calientes ni demasiado frías, adecuadas para que el agua permanezca en estado líquido. Lo cual, a su vez, puede implicar la presencia de océanos y, quizá, de vida.
Más lugares donde encontrar vida
Según los investigadores, el hallazgo no solo indica los lugares del sistema HR 5183 en los que podría haber vida, sino que aumenta el número de lugares en el Universo en los que podría existir vida tal y como la conocemos.
El trabajo, además, también puede resultar emocionante para aquellos que aman contemplar el cielo. El planeta gigante de HR 5813, en efecto, tarda casi 75 años en completar una órbita alrededor de su estrella. Pero en el momento de máximo acercamiento al análogo de la Tierra daría lugar a un espectáculo irrepetible.
«Cuando el gigante estuviera en su punto más cercano al planeta similar a la Tierra –explica Kane– sería quince veces más brillante que Venus, uno de los objetos más brillantes que se ven desde nuestra Tierra. Dominaría el cielo nocturno».
En el futuro, Kane y sus colegas seguirán estudiando sistemas planetarios como HR 5183 para continuar su búsqueda de las diferentes condiciones en que los planetas potencialmente habitables podrían existir y prosperar.
Fuente: José Manuel Nieves / ABC,
Artículo de referencia: https://www.abc.es/ciencia/abci-mayor-espectaculo-celeste-podria-contemplar-vida-201911062015_noticia.html,