El Gobierno presentó el pasado jueves en la Moncloa el denominado Plan de choque por la Ciencia y la Innovación con el que pretende impulsar la decaída I+D+I española tras una década de recortes y malestar entre la comunidad investigadora de nuestro país, así como fortalecer el sistema de investigación biosanitaria y de salud pública para buscar soluciones a la crisis de la COVID-19.
Como ha anunciado esta mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se destinarán 1.056 millones de euros de inversión directa, de los que 396 millones se movilizan este año y el resto, en 2021. También se ha anunciado una reforma legal para reducir la precariedad e inestabilidad laboral del personal científico.
«En el Gobierno hemos aprendido en primera persona la importancia de la ciencia en este momento tan crítico que está viviendo la humanidad. Todos estamos pendientes de cuando la ciencia alcance la vacuna o el remedio terapéutico», ha dicho Sánchez, que considera que «si queremos estar preparados para futuras emergencias sanitarias, que vendrán, tenemos que apostar por la ciencia«. «La principal lección es que Europa debe salvar a Europa», ha añadido.
Plan de choque por la Ciencia y la Innovación
Este plan integral coordinado por el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, contempla un total de 17 medidas articuladas en tres ejes. El primero, al que destinarán 215,9 millones de euros, es la investigación y la innovación en salud.
Según el presidente, «se fortalecerá el sistema de investigación biosanitaria principalmente movilizando más recursos a favor del Instituto de Salud Carlos III y mediante la reforma de la Ley de Investigación Biomédica» de 2007 para impulsar la carrera profesional de investigadores biomédicos.
El segundo eje es la transformación del sistema de ciencia y la atracción de talento, para el que habrá 523,5 millones. Sánchez ha asegurado que «en breve se debe iniciar una reforma de la Ley de Ciencia para dar estabilidad a la carrera de los científicos de todas las áreas de conocimiento, y por otro lado, dotar de más fondos a los principales instrumentos de financiación de la ciencia en cualquiera de sus disciplinas».
El tercer pilar es el impulso a la I+D+I empresarial y la industria de la ciencia, un objetivo al que dedicarán 317 millones y otros 508 millones en préstamos en condiciones ventajosas a empresas innovadoras.
«Crear vacunas o fabricarlas después o inventar un prototipo de automóvil que no puede producirse evidentemente resulta improductivo«, señaló Sánchez, por lo que pretenden reforzar las bases de nuestro tejido productivo impulsando la transferencia de conocimiento.
Universidad y empresa
A la presentación del acto ha asistido el virólogo Luis Enjuanes Sánchez, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y líder del equipo que está desarrollando una vacuna para el coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).
Enjuanes ha destacado la calidad de las investigaciones españolas y la frecuencia con la que aparecen en revistas de alto impacto, pero ha reconocido que «la financiación de la ciencia en nuestro país es muy ajustada».
De las tres etapas que sigue cualquier proyecto científico -descubrimiento, desarrollo y fabricación y comercialización- ha dicho que, pese a la escasez de financiación, es posible llevar a cabo la primera etapa, la de innovación, recurriendo a fondos europeos y extranjeros.
Sin embargo, «para desarrollar el proyecto en España hay más dificultades porque aunque hay buenas empresas, el número no es muy grande y esa transición es bastante complicada».
Según Enjuanes, «mucha gente desconoce que en España hay empresas que vacunan y exportan vacunas, aunque se centran sobre todo en medicina veterinaria y normalmente no humana. Vemos que es necesario complementar un eslabón que permita la transición de la etapa 1 con el desarrollo en el que se entra en otras escalas y que ya no depende tanto del científico como de los ingenieros».
Como ejemplo ha puesto el caso del desarrollo de la vacuna que están desarrollando en el CNB, para la que «resulta imprescindible un consorcio que haga de puente y en el que puedan participar empresas españolas, extranjeras e inversores». Asimismo, Enjuanes se ha declarado partidario «del modelo alemán en el sentido de que la Universidad se fusione un poco más con la empresa».
«Una ayuda que no soluciona problemas estructurales»
El plan de choque ha sido valorado positivamente por Perla Wahnón, presidenta de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), porque «ayudará en algunos aspectos concretos».
Sin embargo considera que «no solucionará sus problemas estructurales». En un comunicado, indicó que «las aportaciones a las disciplinas biomédicas son comprensibles» a corto plazo y pidió al Gobierno que no se «olvide del resto de la ciencia». «Este tipo de planes y acciones, aunque son necesarios, no deben hacernos olvidar que continúa habiendo problemas estructurales en la ciencia», destacó.
Por otro lado, Wahnón lamentó que el plan no haga referencia al papel de la Agencia Estatal de Investigación que considera «fundamental en la aplicación de cuestiones como la colaboración público-privada o la atracción de talento».
Fuente: TERESA GUERRERO / EL MUNDO,
Artículo de referencia: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2020/07/09/5f0706e621efa0283d8b4774.html,