Una nueva conjetura está revolucionando a los físicos, especialmente a aquellos que creen y sustentan la Teoría de Cuerdas, la idea según la cual las partículas subatómicas, que generalmente se representan como puntos, consisten en realidad en la vibración de objetos aún más pequeños y cuyo aspecto recuerda al de cuerdas o filamentos.
Un electrón, por ejemplo, no sería un simple punto sin estructura interna, sino un conjunto de cuerdas minúsculas que vibran en un espaciotiempo de once dimensiones.
Recientes investigaciones parecían haber conseguido arrinconar e invalidar en gran parte la teoría, pero el autor de la nueva hipótesis, el físico Timm Wrase, de la Universidad de Viena, le acaba de proporcionar un nuevo balón de oxígeno.
Sus resultados, que están provocando acaloradas discusiones académicas en todo el mundo, se acaban de publicar en Physical Review D. El artículo se puede encontrar también en ArXiv.org.
Todo empezó el pasado mes de Junio, cuando un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de California, capitaneados por el físico teórico Cumrun Vafa, publicaron un artículo cuyas conclusiones eran un auténtico mazazo para la Teoría de Cuerdas.
Teoría de Cuerdas
De hecho, decía el estudio, esa teoría es «fundamentalmente incompatible» con la energía oscura, pero como resulta que solo con la energía oscura podemos explicar la expansión acelerada del Universo, la Teoría de Cuerdas tenía que estar equivocada.
El destino de la controvertida teoría parecía sellado, pero Timm Wrase se dio cuenta enseguida de que algo extraño sucedía con el artículo de Harvard. Y es que sus conclusiones parecían ser incompatibles con la existencia del bosón de Higgs, que fue descubierto en 2012 por los físicos del CERN, en Suiza.
Wrase y sus colegas de las universidades de Columbia en Nueva York y de Heilderberg publicaron entonces sus cálculos en el citado artículo de Physical Review y de inmediato una serie interminable de acaloradas discusiones sobre la Teoría de Cuerdas y la energía oscura empezaron a propagarse por todo el planeta.
Como sabemos muy bien, el mayor desafío de la Física moderna consiste en explicar por qué las leyes que gobiernan la realidad macroscópica (la de los objetos formados por múltiples partículas, como mesas, personas o estrellas) no funcionan cuando se aplican al mundo subatómico de las partículas individuales, que parecen seguir otras leyes completamente diferentes.
Grandes esperanzas
En este sentido, la Teoría de Cuerdas ha suscitado muchas esperanzas, ya que parece ser capaz de resolver la cuestión y agrupar en un único cuerpo teórico a todas las fuerzas de la naturaleza para que sean capaces de describir el mundo físico al completo, desde las partículas más pequeñas hasta las estructuras más grandes del Universo. Todo un sueño, pues, para los físicos: un único cuerpo de leyes capaz de explicar la realidad desde lo más pequeño a lo más grande.
A menudo, sin embargo, se ha acusado a la Teoría de Cuerdas de ofrecer una gran cantidad de resultados matemáticos abstractos y muy pocas predicciones susceptibles de ser comprobadas experimentalmente.
Pero últimamente esa situación ha cambiado, y la comunidad de físicos que apoyan la teoría discuten ahora sobre una cuestión que está íntimamente relacionada con los experimentos cósmicos que miden la expansión del Universo.
Como se sabe, el Universo se expande, es decir, cada vez se hace más grande. Pero no solo crece constantemente, sino que su expansión, además, se está acelerando, de forma que crece cada vez más deprisa. Un hallazgo que valió, en 2011, el Premio Nobel de Física a los investigadores Brian Schmidt y Adam Riess.
Fuente: ABC / José Manuel Nieves,
Artículo de referencia: https://www.abc.es/ciencia/abci-puede-teoria-cuerdas-explicar-expansion-acelerada-universo-201810092014_noticia.html,