Acabar con el consumo fantasma, usar adecuadamente el aire acondicionado o el programa ECO de los electrodomésticos son algunos de los hábitos que nos ayudarán a controlar el gasto energético en el hogar, sobre todo teniendo en cuenta que durante los meses de verano, la factura de la luz puede incrementar hasta un 30%.
Todas las compañías de electricidad coinciden en señalar un primer consejo: antes de salir de vacaciones, es conveniente comprobar que todos los electrodomésticos del hogar estén apagados y desconectar de la corriente la televisión, los cargadores de móvil y los ordenadores, para evitar el consumo fantasma, que según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) puede suponer entre un 7% y un 11% del consumo anual. La solución es tan sencilla como apagar y también desenchufar los dispositivos que no se utilicen habitualmente.
Desconexión eléctrica
Tal y como afirman los asesores de Gana Energía, “cuando se apaga un aparato, pero sigue conectado a la corriente eléctrica, consume mucho menos, pero sigue consumiendo”. Por esta razón, “si se va a pasar fuera una larga temporada conviene bajar el diferencial de todos los electrodomésticos que no tengan que tener un funcionamiento continuo Incluso se puede vaciar la nevera y así poder desenchufarla también”.
Por supuesto, aparte de instalar un sistema de iluminación eficiente (bombillas LED), sellar bien todas las puertas y las ventanas y utilizar el programa ECO de los electrodomésticos (puede reducir el consumo de electricidad casi en un 40%), es muy recomendable una instrucción tan sencilla como ventilar espacios. Es decir, aprovechar las primeras horas de la mañana o la noche para abrir las ventanas y hacer corriente en la casa.
Si además se puede realizar un aislamiento de las entradas de luz, como bajar las persianas, cubrir las ventanas con cortinas o instalar toldos, se conseguirá mantener más fresco el interior de la vivienda.
Buen uso del aire acondicionado
De esta manera, no será tan necesario utilizar una fuente artificial de aire frío, como el aire acondicionado. Según señalan las estadísticas, en las últimas cuatro décadas, el uso del aire acondicionado en España se ha multiplicado por 2,6 veces (+ 156,6%).
Para evitar el incremento del gasto energético en la medida de lo posible, los expertos aconsejan ajustar el aparato a una temperatura entre 24ºC y 26ºC y programarlo para que el aire acondicionado se encienda y se apague en función de la franja horaria. También es imprescindible utilizar sistemas de climatización de la mayor clasificación energética (A+++) para asegurar el ahorro, así como garantizar el mantenimiento de los aparatos.
También se puede hacer uso de ventiladores de techo o pie que, si se usan de manera adecuada, pueden generar corrientes de aire y refrescar la casa de forma más sostenible y reducir el gasto de energía de forma importante.
