En la Conferencia de las Naciones Unidas Para el Desarrollo Sostenible (Rio + 20), se elaboró el documento final, El Futuro Que Queremos, que reconoce la calidad de las discusiones desarrolladas y de las prácticas presentadas para un futuro más justo y sostenible.
Energía, medio ambiente y territorio y sus interrelaciones fueron algunos de los temas intensamente discutidos en la Conferencia, en función de la dimensión del problema del efecto invernadero, de la necesidad urgente de mitigar las consecuencias del cambio climático y de la creciente demanda por energía, recursos naturales y reorganización espacial.
Así, la humanidad se ve delante del dilema de la promoción de cambios significativos en el actual modelo de desarrollo, además de su manera de pensar, producir y consumir alimentos, bienes y energía.
La décima edición del Encuentro Iberoamericano sobre Desarrollo Sostenible abordará las relaciones entre el agua, la energía y el territorio, tres de los temas clave del desarrollo, con implicaciones globales, regionales, nacionales y locales extrapolables a otros muchos escenarios en otros países iberoamericanos.
- La Energía como un recurso fundamental para el desarrollo y, por lo tanto, para garantizar el acceso a los servicios básicos de civilización, su producción y acceso deben ser ampliados teniendo en cuenta la importancia de la sostenibilidad en los proyectos desarrollados para generarla.
- El Agua como un recurso básico para la vida, que afecta a los derechos más fundamentales y cuya gestión eficaz resulta esencial para el desarrollo.
- El territorio como un elemento o recurso en donde se ejecutan o desarrollan las distintas acciones para el crecimiento y progreso de la sociedad.
Estamos ante un cambio global, un cambio de ciclo histórico inducido por la alteración de los ciclos vitales de la biosfera y provocado por la presión humana sobre los recursos naturales, que desborda los límites biofísicos del planeta. Uno de los fenómenos más emblemáticos de esta crisis sistémica es el cambio climático.
En línea con las propuestas de Naciones Unidas, es necesario avanzar en el desarrollo, en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio para erradicar la pobreza, teniendo en cuenta la lucha contra el cambio climático, la economía de los ecosistemas, la conservación de la biodiversidad.
Para ello, es necesario abordar con objetividad y transparencia debates inevitables en la búsqueda de respuestas coherentes con el compromiso en esferas como la biodiversidad, el clima, la economía, la energía y el empleo local.